Definición de convicción

Del latín convictĭo, la convicción es el convencimiento que se tiene sobre algo. Quienes tienen una convicción poseen razones o creencias que les permiten sostener un determinado pensamiento, discurso o acción.

Por ejemplo: “Llegué a la Casa de Gobierno con la convicción de que nuestro proyecto permitirá sacar al país adelante”, “Que el dueño cumplirá con su palabra es una convicción tuya, no mía”, “Tuve la convicción de que saldríamos campeones en el primer entrenamiento del equipo”.

La convicción se asocia al convencimiento.

La mirada de la psicología

Dentro de lo que sería la psicología es frecuente hablar de la convicción. En concreto, de ella se dice que es fundamental para encontrar la motivación a la hora de llevar a cabo determinadas acciones, para ser positivo y confiar en que las cosas que vamos a realizar se van a conseguir e incluso para convencerse de que uno mismo está y estará bien.

Pero en ese mismo campo también se hace referencia a todas esas personas que tienen convicción pero sobre aspectos pesimistas y negativos en todo momento. Son individuos que creen a pies juntillas que no valen nada, que no son capaces de afrontar el reto que tienen por delante o que la persona a la que aman no les va a corresponder porque no poseen nada para ofrecerle a esta.

La convicción como idea

Convicción también es una idea política, ética o religiosa a la que una persona se encuentra fuertemente adherida. Lo habitual es que el término se utilice en plural (convicciones): “Les aseguro que nunca traicionaré mis convicciones”, “Agradezco tu propuesta, pero va en contra de mis convicciones”, “Sin convicciones, es imposible triunfar en un mundo tan competitivo”.

Un orador debe hablar con convicción para convencer a los demás.

Los políticos son personas que también requieren tener convicción no sólo sobre su programa electoral sino también sobre las ideas que defienden y sostienen a su partido. Por eso, es fundamental que cuando dan mítines lo hagan con convicción acerca de todas las ideas que defienden y las medidas que deciden llevar a cabo.

En concreto, se considera que en esos casos es fundamental que hablen con convicción porque animará a quienes les escuchan no sólo a tomarse en serio lo que están diciendo sino también a apoyarles y seguirles en sus actuaciones. Con fuerza y con seguridad es como se consigue esa convicción oral que hará que los oyentes les respalden con su voto en las elecciones pues habrán creído en ellos.

Diferencias y similitudes con la creencia

La noción de convicción suele confundirse con la idea de creencia. Puede decirse que una convicción es una creencia de la que un sujeto considera que tiene evidencias suficientes para considerarla cierta. No importa si dichas evidencias son científicas, racionales o subjetivas: la persona cree que son suficientes para sostener su idea. La creencia, en cambio, es más bien una suposición o una cuestión de fe, ya que el individuo no puede justificar su veracidad.

Muchos sostienen que tanto la razón como la fe son distintas formas de convicción que pueden co-existir con distintos grados de conflicto. La fe es una convicción que no está basada en el raciocinio, mientras que la razón sí está fundada en la lógica.

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