Definición de ludoterapia
La noción de ludoterapia no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El concepto, de todos modos, se emplea para aludir a una terapia lúdica.
Terapia basada en el juego
Una terapia es un tratamiento que apunta a minimizar o remediar un problema físico o psicológico. Lo lúdico, en tanto, es aquello vinculado al juego (un ejercicio competitivo o recreativo regido por reglas).
Ludoterapia es el tratamiento de problemas físicos o psicológicos mediante el juego
Con estas ideas en claro, podemos afirmar que la ludoterapia consiste en el desarrollo de un proceso terapéutico donde se apela al juego. Este tipo de terapia está destinada a los niños, de manera tal que puedan comunicar y/o solucionar sus afecciones al jugar.
La ludoterapia facilita la expresión de los chicos y, en algunos casos, de los adolescentes. El método posibilita el tratamiento de problemáticas emocionales y de conducta.
La terapia psicológica convencional puede incomodar a los niños, que se sienten amenazados. Frente a esta realidad, la ludoterapia apuesta por una comunicación ya conocida por los infantes: aquella que propicia el entorno lúdico.
Beneficios de la ludoterapia
Es importante tener en cuenta que la ludoterapia contribuye a la exploración de los sentimientos y las emociones. Los juegos son una herramienta de aprendizaje que, guiados por un terapeuta profesional, sirven además para el procesamiento y la asimilación de experiencias traumáticas o problemáticas.
No debemos olvidar que la niñez es una etapa fundamental en nuestro desarrollo, de manera que el apoyo y la influencia que recibimos durante estos primeros años determina la mayoría de nuestras habilidades sociales e intelectuales. Por medio del juego es posible materializar ciertas necesidades de tipo creativo, social, lingüístico y cognitivo, entre otras. Cada niño tiene sus propias características, por lo cual esta terapia no es igual para todos. Además, no distingue en género, cultura o cociente intelectual.
Lo habitual es que las sesiones se extiendan entre 30 y 45 minutos y que se desarrollen siempre al mismo horario y en el mismo lugar. Eso le brinda seguridad al niño y ayuda a forjar un vínculo de confianza entre el terapeuta y el paciente. La ludoterapia puede desarrollarse mediante juegos de rol, actividades artísticas (dibujar, bailar) o juegos de construcción y encastre, por ejemplo.
Conseguir que los niños se sientan a salvo debería ser el primer objetivo de todo adulto: no importa si son nuestros hijos; como individuos de esta especie deberíamos proteger a todos aquellos que se encuentren en una situación de vulnerabilidad, comenzando por los más pequeños. En el caso particular de la ludoterapia, dado que se aplica a personas que hayan sufrido traumas de variada gravedad, si el terapeuta no les ofrece un espacio seguro, los resultados serán pobres.
Ludoterapia en la tercera edad
Las personas ancianas cuyas familias las dejan en manos de los controvertidos asilos suelen recibir diferentes clases de terapias para tratar sus problemas físicos, emocionales y mentales. Si bien el juego se asocia comúnmente con la infancia, bien sabemos que no existe un límite de edad para divertirse.
Las personas de la tercera edad también pueden aprovechar la ludoterapia
Mientras que los niños más sanos gozan de un gran volumen de energía y tienen todos sus sentidos en excelente forma, sobre el final de la vida estos valores se reducen dramáticamente. En lugar de aprender a relacionarse con el mundo por primera vez, muchos ancianos necesitan adaptarse a sus recientes limitaciones, tanto físicas como cognitivas, y es éste el punto en el que la ludoterapia puede ayudarlos.
El hecho de sentir la obligación o el incentivo de aprender nuevas reglas, relacionarse con otras personas que estén en situaciones similares y usar la motricidad para participar de las actividades vuelve el juego un recurso invaluable para devolverle la confianza en sí misma a una persona cuyas capacidades se han deteriorado por el inevitable envejecimiento.