Definición de lodo
Se conoce como lodo a la mezcla de agua y tierra. El término tiene su origen etimológico en el vocablo latino lutum.
Muchas veces lodo se usa como sinónimo de barro. Sin embargo, el diccionario de la Real Academia Española (RAE) detalla que el barro es la masa resultante de la combinación de agua y tierra, mientras que respecto al lodo aclara que el concepto se usa sobre todo para aludir a la mixtura resultante de la caída de lluvia sobre la tierra.
En el lenguaje coloquial, de todos modos, la utilización de ambas nociones es indistinta. Cuando el agua va mezclándose con la tierra, en una primera etapa se obtiene un producto semilíquido. A medida que pasa el tiempo, el lodo se endurece y se convierte en un material que puede emplearse de distintas maneras.
Endurecido, el lodo o barro puede usarse para la construcción. Ya sea compactado, como ladrillo o apilado manualmente, sirve para la creación de paredes.
Los artesanos, por otra parte, utilizan el lodo para desarrollar jarrones, vasijas y otros elementos. Las máscaras de lodo, en tanto, son populares en la cosmética ya que se le atribuyen propiedades beneficiosas para la piel.
Entre los diferentes tratamientos para la piel que nos propone el mercado destaca el que aprovecha el lodo volcánico, un producto natural que nos ofrece propiedades beneficiosas para la salud y la belleza. Gracias a su contenido rico en minerales, como magnesio, silicio y potasio, el lodo volcánico es muy nutritivo.
Con respecto a la forma de uso existen diferentes posibilidades, como ser la envoltura de todo el cuerpo, las compresas, las mascarillas para el rostro y los baños corporales. A continuación se listan algunas de sus muchas propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo:
* dado que se trata de un antiséptico natural sus poderes curativos son muy altos, algo que se puede apreciar en la purificación de la piel y en la regeneración de las células;
* el lodo volcánico le aporta al organismo una cantidad de energía ideal para contrarrestar los efectos negativos del contacto con ciertos dispositivos electrónicos, gracias a lo cual promueve el equilibrio de nuestro cuerpo;
* oxigena, tonifica y depura la piel, mejorando su aspecto a la vez que su salud;
* un tratamiento por semana nos garantiza, además, que nuestro cuerpo se mantenga libre de toxinas. Esto nos produce una sensación de serenidad muy particular;
* las mascarillas faciales aplicadas con una cierta frecuencia son adecuadas para borrar ciertas manchas en la piel;
* tanto las mascarillas como las envolturas producen un efecto remineralizante;
* el lodo rejuvenece la piel gracias a la regeneración y la oxigenación de las células, así como la eliminación de las células muertas;
* es analgésico y antiinflamatorio;
* si se aplica en forma de compresas, puede aliviar los dolores menstruales y los de riñones;
* su acción es muy beneficiosa para personas con rosácea, psoriasis y quemaduras de diferentes grados, dado que no irrita la piel.
Como podemos apreciar en la lista anterior, los resultados de la aplicación de lodo volcánico son tanto externos como internos. En el primer grupo se encuentran los que se relacionan más con la belleza y el aspecto físico de la piel, mientras que en el segundo están los que mantienen su salud y promueven el equilibrio del organismo.
Hay animales que apelan al lodo como protección ante los rayos del sol, los insectos y los parásitos. Los cerdos y los elefantes, por ejemplo, suelen revolcarse en el lodo para recubrir su cuerpo con esta sustancia.
La lucha en el lodo, en tanto, es un enfrentamiento entre dos oponentes que pelean en el barro. Puede tratarse de un espectáculo erótico (cuando quienes combaten están semidesnudos o desnudos) o de una competencia deportiva.