Definición de lóbulo
El término lóbulo proviene del latín científico lobulus. La primera acepción que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario hace referencia a los sectores que resaltan en el borde de algún elemento.
El lóbulo de la oreja, por ejemplo, es el fragmento no cartilaginoso que se encuentra en la zona inferior. También llamado perilla, este lóbulo suele ser perforado para la colocación de aros (aretes o pendientes).
Lóbulo, por otra parte, es la porción prominente y redondeada de cualquier órgano. En el cerebro, por citar un caso, es posible reconocer varios lóbulos.
El lóbulo frontal se vincula al razonamiento, el movimiento, las emociones y el lenguaje. El lóbulo occipital, en tanto, está relacionado con la generación de imágenes. El lóbulo parietal tiene a su cargo la percepción sensorial, mientras que el lóbulo temporal cumple funciones asociadas a la coordinación y el equilibrio. Como se puede advertir, los diversos lóbulos cerebrales son muy importantes para el organismo.
Existe un problema de salud llamado convulsión del lóbulo temporal. Sus síntomas pueden relacionarse con algunas de sus funciones, como ser el procesamiento de las emociones y la memoria a corto plazo, ya que provoca sensaciones anómalas como la euforia, el temor y el déjà vu.
Otro nombre por el cual se conoce este trastorno es convulsiones focales con alteración de la conciencia. Si bien ciertas personas conservan la conciencia de lo que sucede a su alrededor, en los casos más intensos esto es mucho menos probable, a pesar de la impresión que le cause al observador. Durante el ataque también se pueden apreciar movimientos repetitivos y sin sentido de las manos y la boca.
Se sabe que la convulsión del lóbulo temporal puede originarse en un defecto o en una lesión, pero en muchos casos no se conoce la causa precisa. La medicación es la medida más común para tratarla; los pacientes que no responden adecuadamente a los fármacos suelen someterse a una cirugía.
A modo de advertencia, por así decirlo, antes de una convulsión del lóbulo temporal puede tener lugar una sensación rara denominada «aura». Se trata de la fase que ocurre antes de la pérdida del conocimiento y suele manifestarse de algunas de las siguientes formas:
* una sensación imprevista de alegría o temor sin motivo aparente;
* un déjà vu, es decir la sensación de haber vivido antes lo que está ocurriendo en el presente;
* un sabor o un olor difícil de describir y que aparece de pronto;
* una sensación similar a la que provoca el vértigo, que sube desde el abdomen.
En algunos casos, la convulsión del lóbulo temporal repercute negativamente en la capacidad del paciente para comunicarse con las demás personas. Esto puede durar entre unos cuantos segundos a dos minutos, y sus síntomas más comunes son los siguientes:
* ausencias;
* el paciente hace chasquidos con sus labios;
* pérdida de noción del entorno;
* masticar y tragar de forma repetida;
* movimientos extraños con los dedos.
Después de una crisis, puede ocurrir lo siguiente:
* somnolencia excesiva;
* dificultades para hablar;
* confusión;
* no ser conciente de haber tenido una convulsión ni de lo que ocurrió durante la misma.
Los pulmones también presentan lóbulos. En el caso del pulmón derecho, dispone de tres lóbulos (el lóbulo inferior, el lóbulo medio y el lóbulo superior), uno más que el pulmón izquierdo (que solo cuenta con el lóbulo inferior y el lóbulo superior). El motivo de esta diferencia es que, por la inclinación del corazón, el pulmón izquierdo posee menos volumen.
El hígado, por último, evidencia dos lóbulos principales (el lóbulo izquierdo y el lóbulo derecho) y otros dos menores (el lóbulo caudado y el lóbulo cuadrado). Para algunos estudiosos, de todos modos, estos dos últimos lóbulos en realidad forman parte del lóbulo izquierdo.