Definición de líquido

Un líquido es un cuerpo con volumen constante cuyas moléculas, al presentar una cohesión reducida, se adaptan al formato del recipiente que las cobija. El término proviene del vocablo latino liquĭdus.

Se entiende al líquido como uno de los estados de agregación de la materia. Sus moléculas tienen una cohesión menor que un sólido, pero mayor que un gas. Mientras que su volumen es definido, su forma no resulta fija.

La tensión superficial y la capilaridad son dos características de los líquidos. Lo habitual es que, cuando la temperatura aumenta, el líquido se dilate, por el contrario, al enfriarse, su volumen tiende a reducirse.

El líquido más abundante del planeta Tierra es el agua. Esta sustancia, cuyas moléculas están formadas por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, suele encontrarse en estado líquido en los océanos, los ríos, los lagos, etc.

Las bebidas que una persona ingiere, en tanto, pueden considerarse líquidos. El agua mineral, las gaseosas o refrescos, los jugos (zumos), el vino y la cerveza, por mencionar algunos casos, son líquidos que se beben en vasos o copas.

Muchos remedios, por otro lado, se comercializan como líquidos de mayor o menor viscosidad. Un jarabe para la tos, en este marco, es un líquido.

Dos tercios del contenido de nuestro organismo corresponden al líquido. Por esta razón, resulta esencial beber una buena cantidad de agua todos los días para la regulación de la masa ósea, la muscular y la sangre. Hidratar nuestro cuerpo debería ser una tarea natural: probablemente, nuestros antepasados más remotos bebían cada vez que lo necesitaran, siempre que tuvieran una fuente de agua cerca. En nuestro caso, sin embargo, la vida moderna no siempre nos da esta posibilidad.

Por esta razón tenemos que adelantarnos a situaciones tales como «un viaje largo en tren» o «una larga caminata» y contar siempre con una botella de agua fresca. Incluso cuando estamos en la comodidad de nuestro hogar, ante el primer signo de sequedad en la garganta debemos ingerir líquidos como una regla básica para una buena salud.

En el ámbito de la física y la química se habla de cambio de estado para hacer referencia a la evolución que atraviesa la materia cunado pasa de un estado de agregación a otro sin que su composición se vea afectada. El «estado de agregación» es una fase que se caracteriza por los valores que tienen ciertas propiedades de la materia, dadas algunas condiciones, como pueden ser la presión o la temperatura.

Los tres estados más conocidos son el líquido, el sólido y el gaseoso, aunque existen otros, como el plasma, el más común del Universo ya que se puede apreciar en la composición de las estrellas.

El paso del estado sólido al líquido, por ejemplo, se denomina fusión y se da a través del calor. Precisamente, a lo largo de este proceso, caracterizado por la absorción de energía, llega un punto en el cual la temperatura se vuelve constante, y éste se conoce como «punto de fusión». Es entonces que las moléculas de la materia comienzan a moverse de manera independiente, para dar lugar al estado líquido. El valor de la temperatura a la que se da el punto de fusión es diferente para cada sustancia.

El proceso contrario se llama solidificación, y se da a través del enfriamiento. En este caso, el líquido debe alcanzar el «punto de solidificación» o «de congelación», la temperatura en la cual pasa al estado sólido; este valor también es diferente según la materia en cuestión.

En el terreno de la economía y la contabilidad, por último, se menciona como liquidez a la cualidad de un activo para convertirse inmediatamente en dinero en efectivo sin perder valor. Esto quiere decir que un activo líquido es aquel que puede transformarse en dinero con facilidad o que ya se encuentra como billete.

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