Definición de laparoscopía

Establecer el origen etimológico del término laparoscopia nos lleva hasta el alemán. Y es que aquel, empleado dentro del ámbito médico, es un vocablo que procede de la palabra germana “laparoskopie”, que es fruto de la suma de dos componentes griegos: “lapara”, que significa “flanco”, y el verbo “skopein”, que puede traducirse como “mirar”.

Laparoscopía (o laparoscopia, como indica la Real Academia Española) es una técnica de exploración visual que permite observar la cavidad pélvica-abdominal con un instrumento conocido como laparoscopio.

Este instrumento, que es esterilizado después de cada intervención para que pueda seguir usándose, emite una luz que permite iluminar la cavidad y cuenta con una cámara que transmite las imágenes del interior del organismo. La técnica posibilita intervenciones quirúrgicas de invasión mínima, ya que sólo requieren de una incisión de no más de 1,5 centímetros para que el dispositivo pueda ingresar al cuerpo.

Por ejemplo: “Estoy un poco asustado: mañana van a realizarme una laparoscopía”, “El médico afirmó que una laparoscopía puede ser indicada para un tratamiento de este tipo”, “La cicatriz que me ha dejado la laparoscopía es casi imperceptible”.

La menor incisión implica una marca estética más pequeña, un dolor postoperatorio reducido y una recuperación general más rápida en comparación a las cirugías abiertas tradicionales.

La laparoscopía, de todas maneras, no está exenta de eventuales complicaciones. El laparoscopio accede a órganos vitales que pueden resultar dañados, mientras que la incisión puede infectarse. La técnica requiere de un cirujano experimentado, capaz de movilizarse sin errores.

Básicamente tendríamos que decir que existen tres tipos diferenciados de laparoscopias:
1. Diagnóstica. Esta se lleva a cabo cuando lo único que quiere el profesional médico es observar el estado del estómago o de los intestinos, por ejemplo. En concreto, lo habitual es recurrir a ella en casos de infartos intestinales, dolores abdominales agudos, hernias o adherencias.
2. Experimental. Esta segunda modalidad se acomete normalmente sobre animales para poder investigar y comprobar por primera vez si sería posible llevarla a cabo en seres humanos y tiempo después.
3. Quirúrgica. Como su propio nombre indica, este tipo de laparoscopia se lleva a cabo para acometer una intervención de cirugía con el claro objetivo de poder solucionar problemas y enfermedades tales como la apendicitis aguda, obstrucciones en el intestino, tumores de colon, quistes en el ovario, embarazos ectópicos o fibromas de diversa índole.

Además de todo lo expuesto, tendríamos que destacar otras señas de identidad acerca de la laparoscopia:
• Lo habitual es que pueda llegar a durar varias horas.
• La persona que se someta a una acción como ella, después de la misma no podrá realizar ningún tipo de esfuerzos y no podrá conducir.
• Tres o cuatro días es el tiempo habitual que dura el ingreso de paciente sometido a una laparoscopia, aunque en los casos de una experimental aquel suele ser de un día.

La cistectomía (que permite remover la vejiga urinaria, o parte de ella, en casos de cáncer de vejiga), la colecistectomía (para extraer la vesícula biliar ante la presencia de cálculos u otros trastornos) y la apendicectomía (que permite la extracción del apéndice cecal ante una apendicitis aguda) son algunas cirugías que pueden desarrollarse mediante esta técnica.

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