Definición de lámina
Una lámina es una plancha o un objeto muy delgado, cuya superficie es superior a su espesor. Es posible encontrar láminas de diversos materiales, como metal, cartón o papel. Por ejemplo: “Tengo que llevar una lámina con fotografías de la familia a la escuela”, “Necesitamos varias láminas de aluminio para terminar de construir el galpón”, “La torta tenía, en su parte superior, una fina lámina de chocolate”.
En el ámbito de la ingeniería y de la construcción, la lámina es un elemento estructural hecho con un sólido deformable, lo que le permite trabajar a flexión. Se diferencian de las placas en que éstas son planas, mientras que las láminas son curvadas en el espacio tridimensional.
Una lámina, en otro sentido, es un dibujo o una estampa que se obtiene a través del grabado. Por extensión se conoce como lámina a la figura total de una persona o de un animal. Las láminas, en este caso, son frecuentes en la escuela.
Para la geología, una lámina o manto es una masa tabular de roca ígnea que se ubica de forma paralela a los estratos rocosos de la zona. La botánica, en cambio, utiliza la noción de lámina para referirse a la parte más ancha de las hojas y los pétalos.
La estructura que se halla bajo el sombrero de una seta; el conjunto de redes que brindan soporte mecánico al núcleo de una célula; una porción de las proteínas; un grupo de instrumentos musicales; y la parte delgada y plana de los huesos, las membranas, los tejidos y los cartílagos de los seres orgánicos también reciben el nombre de lámina.
Lámina nuclear
Se conoce con el nombre de lámina nuclear a una red entremezclada de filamentos intermedios, con un grosor que va desde los 15 a los 80 nm y que se componen por laminas A, B y C que se encuentran alrededor del hialoplasma nuclear (medio interno semilíquido del núcleo de la célula, donde están sumergidas la cromatina y los nucléolos). Las laminas son las proteínas en las cuales se basa la composición de la lámina nuclear.
La envoltura nuclear se ve beneficiada por la estabilidad que le provee la lámina, la cual también interviene en la organización tridimensional del núcleo en reposo (también llamado interfásico, es la estructura que presenta el núcleo mientras la célula no se divide), a través de su interacción con la cromatina.
Cada tipo de lamina (A, B y C, según se menciona en el primer párrafo) presenta una codificación por tres genes diferentes. La síntesis de las de tipo A y C tiene lugar partiendo del mismo gen, denominado LMNA; se da por procesamiento alternativo y de esto se desprenden cuatro subtipos, que son A, A(Δ)10, C1 y C2. Las de tipo B, por su parte, se encuentran codificadas por dos genes: LMNB1 y LMNB2, laminas del subtipo B1 y de los subtipos B2 y B3, respectivamente.
En todos los casos, las laminas muestran un dominio globular en el N-terminal y en el extremo C-terminal; por medio de este último, las de tipo A y B unen una molécula de nombre farnesilo que hace posible anclar las laminas a la membrana nuclear interna. Gracias a dicho vínculo, se pueden formar dímeros y, después, tetrámeros, protofilamentos, filamentos y, finalmente, el retículo de la propia lámina nuclear.
Las enfermedades raras de la lámina nuclear que tienen en común formas erróneas de codificación genética de las laminas se denominan laminopatías. Se trata de trastornos que involucran diversas funciones y tejidos, como el muscular estriado, el óseo, el adiposo, y el sistema nervioso. Algunas de las laminopatías más conocidas son el síndrome Hutchinson-Gildford Progeria y la distrofia muscular de Emery-Dreifuss.