Definición de jaqueca
El vocablo árabe clásico šaqīqah llegó al árabe hispánico como šaqíqa, del cual procede el término jaqueca. Así se denomina a un dolor de cabeza de gran intensidad que suele aparecer de manera recurrente.
La jaqueca se siente en un lado de la cabeza y se vincula a problemas vasculares del cerebro. En algunos casos el trastorno también incluye náuseas y vómitos.
También llamada migraña, la jaqueca supone un tipo de cefalea (dolor de cabeza). Se trata de un malestar pulsátil que afecta con mayor asiduidad a las mujeres y en el cual la predisposición genética tiene un rol relevante.
La hipertensión arterial, síndromes alérgicos, trastornos de ansiedad y alteraciones hepáticas pueden causar la jaqueca. Por lo general se distingue entre la cefalea tensional (la más habitual), la cefalea en racimos (que irrumpe en ataques sucesivos) y la cefalea secundaria (originada por un tumor cerebral, meningitis, gripe u otras causas).
Cabe destacar que diversos factores ambientales pueden provocar la jaqueca. El estrés, el ayuno, el consumo de determinados alimentos y bebidas (café, vino tinto, chocolate), la falta de horas de sueño y hasta los cambios abruptos de la presión atmosférica aparecen entre los posibles causantes de esta cefalea.
Una vez desencadenada la crisis de jaqueca, el tratamiento más frecuente consiste en el uso de analgésicos y en el reposo. Los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno son los más elegidos. De todos modos, ante la aparición de estos síntomas –y sobre todo si la jaqueca es periódica e invalidante–, lo mejor es consultar a un médico y no automedicarse.
Se conoce con el nombre de jaqueca oftálmica, por otra parte, a una crisis de dolores de cabeza acompañada de otros síntomas, en particular de alteraciones en la visión. Otros nombres que recibe este trastorno son migraña oftálmica u óptica. Así como la jaqueca común, ésta también afecta en especial a las mujeres.
Sus síntomas principales también los comparte con la jaqueca común:
* un dolor de cabeza que comienza muy rápidamente y que por lo general afecta a un solo lado;
* el aumento progresivo del dolor junto con la evolución de la crisis;
* ante los esfuerzos físicos, la exposición a ciertos sonidos o a la luz, el dolor se vuelve más intenso;
* náuseas y/o vómitos.
Lo que diferencia la jaqueca oftálmica de la común son las señales visuales que acompañan dichos síntomas, y que pueden aparecer antes o después del ataque. Entre ellos destacan los siguientes:
* visión borrosa;
* escotomas, puntos muy pequeños que se general en el centro del campo visual y que a veces aparecen junto con luces parpadeantes que se denominan centelleos. En algunos casos su extensión puede cubrir el campo de visión completo, dificultado considerablemente la situación del sujeto;
* visión doble.
Si bien las posibles causas de la jaqueca oftálmica son muchas, es posible resumirlas en las siguientes seis:
* pocas horas de sueño o alteraciones en los patrones de descanso habituales;
* factores genéticos de tipo hereditario;
* cambios hormonales;
* exposición constante a situaciones de estrés;
* consumo de tabaco o alcohol con mucha asiduidad;
* consumo de ciertos fármacos o alimentos.
Con respecto al tratamiento de la jaqueca oftálmica, podemos decir que varía de acuerdo al enfoque del mismo, que puede ser abordar los síntomas que se advierten en las crisis o bien prevenirlas y disminuir su frecuencia y severidad. En los casos que incluyen fotofobia, es decir que la luz afecta al paciente de manera negativa, se recomienda reposar en la oscuridad. Para tratar el dolor se pueden usar analgésicos y para quienes sufren ataques con demasiada frecuencia se puede administrar propranolol u otras moléculas similares para volver la vida cotidiana más fácil.