Definición de infectología

Lo primero que vamos a hacer antes de entrar de lleno en el significado del término infectología que ahora nos ocupa es conocer su origen etimológico. En este caso, podemos decir que emana del latín y del griego pues es fruto de la unión de dos palabras bien definidas que derivan de esas lenguas:
-El sustantivo latino “infección”, que deriva de “infectio” y que se forma a partir de la suma de los siguientes componentes léxicos: el prefijo “in-”, que significa “no” o “sin”; el verbo “facere”, que es sinónimo de “hacer”, y el sufijo “-tio”, que se usa para indicar “acción y afecto”.
-El elemento griego “logia”, que puede traducirse como “ciencia” o “tratado” y que es el resultado de la suma del sustantivo “logos”, que es sinónimo de “palabra”, y del sufijo “-ia”, que se emplea para indicar “cualidad”.

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) no incluye el término infectología. El concepto, de todos modos, se emplea con frecuencia en el terreno de la medicina.

Se trata de una especialidad médica centrada en las enfermedades provocadas por los parásitos, los hongos, los virus y las bacterias: es decir, por los agentes infecciosos. La infectología se encarga de tratar, diagnosticar, prevenir y analizar estos procesos patológicos.

Al experto en infectología se lo denomina infectólogo. Se trata de un profesional de gran importancia para la salud pública ya que las enfermedades infecciosas provocan una gran cantidad de muertes a nivel mundial.

Sin embargo, el desarrollo de agentes químicos y de fármacos antimicrobianos y las campañas de prevención que apuntan a luchar contra los agentes infecciosos hicieron que estas enfermedades pierdan preponderancia como causa de mortalidad. La infectología, por supuesto, resultó vital en este avance.

Al girar en torno a las infecciones que padecen las personas, la infectología mantiene un vínculo cercano con muchas especialidades clínicas e incluso quirúrgicas. Es importante tener en cuenta que, además de las infecciones que pueden contraerse en cualquier ámbito comunitario, también son frecuentes las infecciones intrahospitalarias.

La mayoría de los hospitales cuentan con un área o un servicio de infectología. Dicho sector dispone de un plantel de infectólogos que se encargan de desarrollar su labor específica.

La varicela, las enfermedades de transmisión sexual, la leptospirosis, el dengue y la gripe son apenas algunos de los trastornos de los que se ocupa la infectología. Como se puede advertir, hay enfermedades de diversa gravedad que requieren de los conocimientos especializados de los infectólogos.

La tuberculosis, la malaria o incluso el SIDA son también enfermedades que estudia y trata la infectología, cuyos profesionales se encargan de realizar importantes tareas como son tomar mostrar, estudiar los cultivos o incluso distintas actividades en el laboratorio que, entre otras cosas, van a ser muy útiles para identificar, por ejemplo, a diferentes microorganismos.

Asimismo, otras patologías que se convierten en objeto de estudio de los infectólogos son la hepatitis, la meningitis, las infecciones de tipo respiratorio, las enfermedades cuya causa lleva a confusión y que se presentan con fiebre durante bastante tiempo…

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