Definición de indocumentado
Indocumentado es la calificación que se le da al individuo que carece de documentos oficiales o que no los lleva consigo en un momento determinado. El término también puede usarse para aludir a lo que no puede demostrarse o comprobarse de manera fehaciente.
Por ejemplo: “La primera vez que llegué a este país me deportaron a los pocos días por indocumentado”, “La policía detuvo a tres inmigrantes indocumentados tras haber recibido acusaciones que los convertían en los principales sospechosos de los destrozos en el Palacio Legislativo”, “Según diferentes versiones el poeta habría sido asesinado a finales del siglo XIV, aunque el hecho permanece indocumentado hasta el día de hoy”.
Por lo general la idea de indocumentado se emplea con referencia al inmigrante que ingresa a un país incumpliendo los requisitos legales. De este modo, permanece en el territorio sin contar con los documentos exigidos por las autoridades.
Aunque las causas son múltiples y varían según la región, la época y hasta cada individuo, lo habitual es que aquel que decide emigrar de su tierra sin seguir los pasos formales para entrar a otra nación lo haga forzado por la necesidad. Muchas veces un individuo prefiere ser indocumentado y escapar de la pobreza extrema; la persecución étnica, religiosa o política; o la violencia, por citar algunas posibilidades.
La postura de los Estados respecto a los indocumentados suele basarse en la detención y posterior expulsión (deportación). En ciertas ocasiones, se le facilita al sujeto la tramitación de los documentos necesarios para regularizar su situación.
Es importante tener en cuenta que, por más que un ser humano esté indocumentado, sigue teniendo derechos. A modo de ejemplo, podemos mencionar que un indocumentado debe tener acceso a asistencia médica de urgencia y a un sueldo si trabaja.
La vida del indocumentado es muy difícil por varias razones. En primer lugar se encuentra la mirada de los demás, el juicio que emiten las personas que probablemente nunca han tenido que pasar por una situación realmente difícil en sus vidas, ya que han nacido en «el país adecuado». Los individuos que cruzan una frontera sin contar con los documentos legales necesarios, por lo general lo hacen presos de la desesperación porque en sus tierras natales no tienen acceso a un nivel de vida digno; no se trata de un capricho, del deseo arbitrario de «molestar» a los habitantes de otra región.
Existe un lazo lamentable entre la imagen del indocumentado y la delincuencia, un lazo que alimenta el periodismo amarillista siguiendo las indicaciones de los gobiernos más clasistas y racistas, cuya visión es tan peligrosa como la de los grandes tiranos de la historia pero la maquillan bajo supuestas necesidades de proteger el equilibrio económico de su país. Es muy importante cambiar la mentalidad de quienes asocian la extranjería con la falta de ética o educación, y para conseguir este objetivo basta con observar de cerca a los millones de inmigrantes de cada ciudad: muchos de ellos se ven obligados a aceptar puestos de trabajo que están muy por debajo de su preparación académica, y a ponerse por debajo del mando de un individuo local cuyos conocimientos son muy inferiores a los suyos.
Nadie que no haya vivido las peripecias que deben atravesar los inmigrantes para conseguir el permiso legal, un trabajo en blanco y —mucho más difícil— el respeto de sus nuevos conciudadanos puede imaginar el desgaste emocional que esto conlleva. Es muy injusto que un criminal con el pasaporte adecuado pueda atravesar los sistemas de seguridad de los aeropuertos recibiendo incluso una sonrisa mientras que una persona de bien deba ser tratada como si fuera un criminal sólo por no contar con los documentos necesarios o por tener rasgos étnicos mal vistos.