Definición de inaudito
En el latín es donde podemos encontrar el origen etimológico de la palabra inaudito que ahora procederemos a analizar a fondo. Se trata de un término que emana del latín, de “inauditus”. Este vocablo, que puede traducirse como “no escuchado”, se encuentra compuesto por dos partes claramente delimitadas:
• El prefijo negativo “in-“.
• “Auditus”, que es sinónimo de “escuchado” y que es el participio del verbo audire que es equivalente a “escuchar”.
Inaudito es un adjetivo que permite referirse a algo que no se oyó o vio antes, que es inédito o que causa una gran sorpresa.
Por ejemplo: “Es inaudito que me pidas algo semejante”, “El empresario consideró inaudito el pedido del gobernador”, “La mujer dijo varias cosas inauditas que no fueron tomadas en serio por los investigadores”, “El editor me pidió notas que traten temas inauditos y nunca publicadas en este medio”.
Lo habitual es que se asocie lo inaudito a lo absurdo. En este sentido, lo inaudito carece de lógica, es imprevisible o se sitúa fuera de los márgenes de lo normal. Tener un perro como mascota es algo habitual; en cambio, que la mascota sea un tigre o un orangután resulta inaudito.
Podemos entender el concepto de inaudito con numerosos ejemplos. La Policía suele recibir denuncias por robos, estafas o agresiones, por citar algunas posibilidades. Una denuncia por la irrupción de un extraterrestre en una propiedad privada, por el contrario, sería algo inaudito.
Es importante tener en cuenta que lo inaudito suele depender del contexto. Que un hombre camine en traje de baño y sin camiseta por la playa es algo que entra en el marco de lo previsible y lo normal. Si la caminata en traje de baño y con el torso descubierto se realiza en el medio de una ciudad y en pleno invierno, sin dudas podrá calificarse dicho acto como inaudito.
De la misma manera, hay que resaltar que, en otros muchos casos, inaudito también se utiliza como sinónimo de monstruoso.
No hay que pasar por alto tampoco que “Inaudito” es el título de una serie de cómics de origen estadounidense, obra de Aaron Campbell y Andy Diggle, que gira en torno a la figura de Weaver. Él es un hombre que tiene una singular capacidad: robar durante un tiempo determinado los recuerdos, las experiencias y las habilidades de otras personas.
Ese poder podría ser usado por cualquier otra persona para hacer el bien. Sin embargo, aquel es alguien muy egoísta que emplea aquel no sólo para sacarle el mayor rendimiento a su profesión, como deportista, sino también para robar y estafar.
Todo ello dará lugar a una serie de aventuras y complicadas tramas por parte del protagonista, en la que jugarán un papel muy importante figuras a nivel internacional que son las que controlan los gobiernos de diversos países. Y es que su poder es tan inaudito y tan interesante que nadie quiere dejar pasar la oportunidad de sacarle partido.
60 segundos de lo inaudito
Jorge Navarro Aceves es el nombre del autor de un libro titulado «60 segundos de lo inaudito«, en el cual recopiló una serie de historias ciertamente poco usuales, que van desde divertidos y asombrosos relatos hasta datos que más de un lector se arrepentirá de haber incorporado en a su memoria. A grandes rasgos, su lectura es similar a la experiencia que se obtiene de hojear el Libro Guinness de los Records.
En este caso, el término inaudito también cobra distintos significados, que abarcan tanto aquello que no es de público conocimiento como hechos inusuales y absurdos. Dentro del primer grupo se encuentra la historia del perro que dio vida al famoso personaje «Rin Tin Tin«.
Resulta que el recordado actor canino fue hallado en Francia por unos soldados norteamericanos cuando aún era un cachorro y acababa de perder a su madre durante la Primera Guerra Mundial. Uno de los militares decidió adoptarlo y llevarlo consigo a vivir a California. Al poco tiempo, comenzó a entrenarlo y descubrió que el cuadrúpedo poseía un talento verdaderamente inaudito. La compañía fílmica Warner Bros. no tardó mucho en descubrir a Rin Tin Tin y en convertirlo en lo que su padre humano sabía que llegaría a ser: una estrella internacional.
Lejos del mundo del cine está la evidencia que pone en duda la verdadera fecha de nacimiento de Jesucristo: un grabado en una de las pirámides Keops, en Egipto, parece indicar que dicho acontecimiento no tuvo lugar un 25 de diciembre sino un 4 de octubre. Este muro no es la única fuente que apoya el revelador dato, pero se trata de la que más fuerza ha cobrado, especialmente por el profundo respeto que la humanidad siente por la antigua cultura egipcia.
El resto de los relatos incluyen: un incendio involuntario que tuvo lugar en Francia en el año 1392 mientras se celebraba un carnaval, en el cual el duque estuvo a punto de matar al rey Carlos VI por usar una antorcha sin tomar los recaudos necesarios; un peculiar encuentro entre Federico II El Grande y uno de sus soldados, que había empeñado la hoja de su espada para comprar alcohol; y la publicación de un libro sin signos de puntuación, del autor norteamericano Timothy Dexter.