Definición de talento

Del latín talentum, la noción de talento está vinculada a la aptitud o la inteligencia. Se trata de la capacidad para ejercer una cierta ocupación o para desempeñar una actividad. El talento suele estar asociado a la habilidad innata y a la creación, aunque también puede desarrollarse con la práctica y el entrenamiento.

Por ejemplo: “Necesitamos un jugador con talento para jugar en el medio del campo”, “El talento del novelista volvió a quedar demostrado con su último libro”, “Buscamos talentos dispuestos a sumarse a una empresa en crecimiento”. Como puede apreciarse en estos ejemplos, el término puede utilizarse para nombrar tanto a la capacidad en sí como a la persona que cuenta con dicha capacidad.

En la actualidad existe un programa de televisión que es de fama mundial y que se basa precisamente en el descubrimiento de nuevos talentos en el campo de la canción. Nos estamos refiriendo a “La Voz” o “The Voice”.

En él varios artistas consolidados, sin verlas, van escuchando a una serie de personas que consideran que tienen un portento de voz y que pueden hacerse un importante hueco en el mercado musical. Si los ya consagrados consideran que es así, pulsan un botón y el “talent” pasa a formar parte del programa.

En concreto se convierte en concursante y eso significa que durante varias semanas sea ayudado por su coach y por otros grandes profesionales del sector. De esta forma, conseguirá aprender, mejorar y corregir esos errores que quizás le impiden mostrar todo su potencial al completo.

El talento suele entenderse como una expresión de la inteligencia emocional, que consiste en reconocer y manejar los sentimientos propios para crear la motivación y gestionar las relaciones sociales.

El talento innato o heredado se conserva durante todo la vida, aunque puede potenciarse con estudios y prácticas. El talento adquirido, en cambio, debe ejercitarse de manera casi constante.

Adquirir ciertos talentos es relativamente sencillo (es posible asistir a talleres literarios para mejorar la forma de escribir, por ejemplo), aunque otros sólo pueden aprehenderse a partir de la experiencia y, a veces, hasta resultan imposible de desarrollar (el talento para liderar o para mediar en conflictos).

En el ámbito empresarial, y concretamente dentro de los departamentos de recursos humanos, cada vez se apuesta más por el talento de los trabajadores. El descubrir a aquel para que los empleados puedan “explotarlo” de la forma adecuada lo que supone es que se encuentren mucho más satisfechos con las tareas que se les encomiendan. Y la empresa al final es la que se beneficia obteniendo mejores resultados y mayores beneficios.

Por ello, en estos momentos se está apostando por desarrollar disciplinas en el ámbito laboral tales como el coaching o la gamificación que consiguen sacar a la luz los talentos y dar las claves para que los mismos sean aprovechados en beneficios de todos.

El talento, por último, era una unidad de medida monetaria que utilizaban los griegos, los romanos y otros pueblos antiguos. El talento incluso aparece mencionado en algunas parábolas bíblicas.

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