Definición de inactivo
El adjetivo inactivo se emplea para calificar a aquel o aquello que carece de actividad. La idea de actividad, a su vez, alude al movimiento o la acción.
Por ejemplo: “A causa de la seria lesión que sufrió en el entrenamiento de esta mañana, el jugador argentino estaría cuatro meses inactivo”, “La oficina gubernamental informó que, debido a tareas de mantenimiento de sus servidores, su sitio web permanecerá inactivo hasta el próximo martes”, “La empresa estuvo inactiva varios años hasta que llegó un grupo inversor que la puso en funcionamiento nuevamente”.
La inactividad se asocia a la quietud, la ociosidad y la inacción. Tomemos el caso de un tenista profesional. Lo habitual es que estos deportistas entrenen casi todos los días y que compitan con frecuencia. Si un tenista decide alejarse de la actividad durante un semestre por motivos personales, permanecerá inactivo todo ese periodo: es decir, no entrenará ni jugará a lo largo de seis meses. Una vez que retome la práctica deportiva, dejará de estar inactivo.
Es necesario señalar que la inactividad de un deportista puede resultar extremadamente negativa en su carrera y, mucho más importante aún, en su estado de ánimo. Esto se debe a dos cuestiones bien definidas: para el mercado, alguien inactivo deja de existir en muy poco tiempo; la persona que cesa su actividad, por otra parte, puede llegar a sentir una profunda tristeza por no poder practicar su actividad favorita.
Pero los perjuicios de la inactividad profesional no terminan aquí, sino que se extienden al momento de retomar la actividad. Un tenista que deja de practicar durante meses puede encontrarse con muchas dificultades que le impidan recobrar su ritmo normal, ya que no es bueno para el cuerpo interrumpir un hábito de años de manera abrupta. Si bien esto suele ser una parte «obligatoria» de ciertos tratamientos, irónicamente también puede acarrear nuevas lesiones en el largo plazo.
Los cantantes profesionales pueden experimentar situaciones similares, y de hecho existen casos documentados de algunos que nunca consiguieron recuperar sus voces luego de una operación que los dejó inactivos durante un largo tiempo. En definitiva, para una persona apasionada la inactividad resulta muy negativa.
Los sistemas y las máquinas también pueden estar inactivos. Si una empresa dedicada al embotellado de refrescos no está operando por una huelga de sus trabajadores, está inactiva. Esto quiere decir que no desarrolla sus procesos y que las máquinas que usa de manera cotidiana no están en funcionamiento.
De acuerdo a la frecuencia de sus erupciones, en tanto, los volcanes pueden calificarse de distintas maneras. Un volcán inactivo es aquel que, aunque evidencia determinados signos de actividad, no ha entrado en erupción durante un periodo de varios siglos.
Del mismo modo que ocurre con el término inacción, mencionado en un párrafo anterior, la inactividad es la falta de movimiento o actividad por parte de algo o alguien que debería o podría estar haciendo algo. En el ejemplo del tenista, su inactividad se reconoce porque se opone a su agenda normal, del mismo modo que una máquina apagada no puede cumplir con sus funciones. Un objeto inanimado (sin alma o que no da señales de vida) no puede actuar y, por lo tanto, no lo calificaríamos de inactivo.
Para entender este concepto en mayor profundidad, veamos algunos de sus sinónimos más comunes a continuación: parado, inmóvil, pasivo, quieto, ocioso, inerte, reposado, vago, perezoso, inoperante, indolente, desocupado y sedentario. Sus antónimos trabajador y activo también sirven para completar el significado: alguien puede ser calificado de inactivo para hacer alusión a su pereza, a su vagancia o a su ociosidad, y estos son adjetivos que no acompañarían a alguien trabajador.