Definición de homocigoto

Un cigoto o zigoto es una célula que surge por la unión de un gameto femenino con un gameto masculino en el marco de la reproducción sexual de las plantas y de los animales. Si una célula o un organismo presenta alelos idénticos de un gen respecto a un cierto carácter, se lo califica como homocigótico (u homozigótico).

Aunque el concepto de homocigoto no forma parte del diccionario que elabora la Real Academia Española (RAE), el término se utiliza para nombrar a la célula creada por la unión de gametos con la misma dotación genética o al organismo procedente de la unión de gametos con estas características.

Un homocigoto es una clase de cigoto (célula surgida con la unión de un gameto masculino y uno femenino).

Los alelos y el locus

En un homocigoto, los alelos de un locus son iguales a los alelos del cromosoma homólogo. En un heterocigoto, en cambio, los alelos de un cierto locus son diferentes en los cromosomas homólogos.

Para comprender estas ideas, es importante saber que los alelos son las versiones de un gen. Dicho de otro modo: una característica puede presentarse de distintas formas, generando los diferentes alelos. Los locus, por otra parte, son las secciones donde se agrupan diversos genes. Por eso puede afirmarse que un alelo es una variante de una secuencia genética en un locus específico.

Homocigoto, en definitiva, es una noción que está vinculada a la composición genética de una determinada característica en un organismo. Cada uno de los alelos de un gen se hereda de cada progenitor: si los dos alelos para un gen específico son iguales, se trata de un homocigoto u organismo homocigótico.

En un homocigoto, los gametos unidos tienen la misma dotación genética.

Concepto de homocigoto a partir del trabajo de Mendel

En este contexto es de gran importancia el trabajo que realizó el monje agustino católico llamado Gregor Johann Mendel, el cual publicó a partir del año 1865 en forma de una serie de reglas que hoy conocemos como las leyes de Mendel. Éstas relacionan de forma básica el traspaso de las características de un organismo hacia sus sucesores que tiene lugar en el fenómeno de herencia genética.

Este descubrimiento que llevó a cabo Mendel se considera un hito en la evolución de las ciencias de la biología, tan importante que se compara únicamente con las leyes de Newton en el campo de la física. Esto se debe a que sus estudios fueron extremadamente precisos y les permitieron a los científicos de la época dejar atrás la perspectiva superficial que se apoyaba en la mezcla de sangre para explicar la herencia genética.

Las leyes mendelianas

La primera de las tres leyes de Mendel establece que si un homocigoto dominante se cruza con uno recesivo para un carácter en particular, la primera generación de descendencia estará compuesta por todos individuos iguales entre ellos, tanto desde el punto de vista fenotípico como genotípico, y también iguales de forma fenotípica al progenitor que posea el genotipo dominante, todo esto de manera independiente a la dirección en la que se produzca el cruzamiento.

Con respecto a la segunda ley de Mendel, señala que a lo largo del proceso de formación que atraviesan los gametos, los alelos se separan de sus pares para que tenga lugar la determinación de la constitución genética del denominado gameto filial. Por lo general, se utiliza un diagrama llamado cuadro de Punnett para la representación de las diferentes posibilidades de hibridación. Un organismo hereda un homocigoto o un heterocigoto de cada progenitor para cada característica.

Dependiendo del criterio utilizado por los científicos, es posible hablar simplemente de dos leyes de Mendel. En tal caso, la tercera pasa a ser la segunda. Su contenido se basa en la independencia de los caracteres transmitidos entre dos generaciones. En otras palabras, que los rasgos se heredan de manera independiente a los demás, o sea que los patrones de herencia son diferentes para cada uno.

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