Definición de homenaje
Un homenaje es un evento o una acción que se lleva a cabo en honor de un acontecimiento o de una persona. El término proviene del vocablo occitano homenatge.
Por ejemplo: “Mañana se realizará un homenaje al famoso cantante en el Teatro Nacional”, “Durante el homenaje la mujer se mostró muy emocionada”, “Vamos a organizarle un homenaje a Marta que se jubilará después de cincuenta años de trabajo en la empresa”.
Los homenajes pueden tener múltiples motivaciones y desarrollarse de distintas maneras. En ocasiones son celebraciones que se dedican a algo o a alguien a modo de reconocimiento o de premiación.
Por ejemplo, entre los cantantes famosos es común que se celebren homenajes para reconocer la trayectoria de ciertas figuras, en especial por parte de los más jóvenes hacia los veteranos. En este marco, una estrella actual puede cantar uno o más temas musicales de la persona homenajeada en una entrega de premios o incluso en una ceremonia dedicada exclusivamente a ella.
Después de ganar un Premio Oscar, por citar un caso, una cineasta puede ser homenajeada en su pueblo natal. Las autoridades de dicha localidad deciden rendirle un homenaje por el logro que ha obtenido y, de este modo, organizan una fiesta en su honor en un espacio público.
Un futbolista que llega a los quinientos partidos en un mismo club también puede ser el protagonista de un homenaje. La institución, para agradecerle por su compromiso, le entrega al jugador una placa y un diploma en una ceremonia abierta al público.
Además hay actos consagrados al recuerdo de determinados sucesos o de ciertos individuos que se denominan homenajes. Los soldados fallecidos en conflictos bélicos suelen ser recordados a través de este tipo de homenajes.
El homenaje, por otra parte, puede volverse permanente con la instalación de un busto, una estatua u otro monumento. En estos casos, el homenaje no es un evento, sino que se materializa a través de una obra fija.
Si bien la buena fe nos lleva a pensar que la mayoría de los homenajes son absolutamente espontáneos y legítimos, es sabido que muchas veces existen intereses de diversos tipos que llevan a una persona a reconocer públicamente a otra, sin importar si en verdad la respeta o la admira. Quizás peor aún, en algunos casos son los propios receptores del homenaje quienes organizan todo o quienes solicitan la realización de actos o estatuas en su honor.
Entre los homenajes verdaderos, también existe un amplio rango de razones por las cuales se llevan a cabo, y esto puede dar lugar al descontento de ciertas personas que no aceptan el valor de una trayectoria actoral frente al desempeño de alguien que dio su vida por su patria en el campo de batalla.
En algunos casos, el homenaje es muy sutil. Por ejemplo, puede tratarse de una frase o una imagen visual en el contexto de una obra artística, que solamente los más detallistas puedan descubrir. En un libro puede ser un fragmento de una cita o quizás una expresión que la persona homenajeada suela usar con frecuencia; en una película, por otro lado, puede tratarse de una fotografía o incluso de la presencia de un actor parecido entre los extras.
Sea cual sea la forma de recibir un homenaje, no deja de ser un regalo que unos pocos reciben cada generación y por eso suele ser recibido con los brazos abiertos y con una mezcla profunda de emociones. Para las personas que preparan estos gestos de reconocimiento y gratitud, el proceso acarrea una gran responsabilidad, en especial porque suelen quedar inmortalizados.
En la época medieval, por último, se llamaba homenaje al juramento de fidelidad que una persona realizaba a un señor feudal o a un rey.