Definición de hipotermia
El primer paso que vamos a dar en pro de conocer el significado del término hipotermia es descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que deriva del griego y que es fruto de la suma de tres componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “hypo-”, que puede traducirse como “debajo de”.
-El adjetivo “thermos”, que es sinónimo de “caliente”.
-El sufijo “-ia”, que se utiliza para indicar “cualidad”.
La hipotermia es el fenómeno médico que se produce cuando la temperatura corporal desciende y se ubica en valores inferiores a los normales. Se trata de una caída involuntaria por debajo de los 35º C.
Permanecer mucho tiempo al aire libre en invierno sin contar con la suficiente ropa, utilizar prendas de vestir que estén húmedas cuando hace mucho frío o existe un enorme viento, caer en las aguas frías de un río o un lago o incluso hacer mucho esfuerzo en zonas con mucho frío son algunas de las causas que pueden provocar que alguien sufra hipotermia.
La hipotermia leve se produce cuando la temperatura del cuerpo se ubica entre 35º y 33º C. En este caso, la persona se siente confundida, no puede realizar movimientos fluidos ni coordinados y sufre temblores.
Cuando la temperatura se sitúa entre 33º y 30º C, se habla de hipotermia moderada. Además de los síntomas ya mencionados, el sujeto pierde su memoria y se encuentra casi inconsciente.
Si la temperatura baja aún más y el termómetro marca menos de 30º C en el cuerpo, el individuo experimenta una hipotermia grave. Con este cuadro, los latidos del corazón son muy débiles, la tensión arterial cae y ya no hay conciencia. El sujeto afectado por la hipotermia, en este marco, corre serio riesgo de morir.
Asimismo hay señales que pueden indicar que un bebé está sufriendo hipotermia. En concreto, las más habituales son que presenta muy poca energía y que, además, tiene la piel muy fría y esta adquiere un color rojo brillante.
Por lo general la hipotermia se produce cuando el ser humano se encuentra en un ambiente extremadamente frío. Para evitarla, hay que vestirse con ropa abrigada; proteger especialmente la cabeza, el corazón, los pies, las manos, las orejas y la nariz; ingerir comidas calóricas; mantener la hidratación; no fumar; y evitar el consumo de alcohol.
Además de todo lo indicado, hay que conocer que quienes son más propensos a sufrir una hipotermia ante condiciones adversas son las personas que padecen algún tipo de enfermedad crónica, las que se encuentren muy cansadas, los individuos que sean muy jóvenes o muy mayores, quienes se hallen bajo los efectos de las drogas o el alcohol, las personas que estén desnutridas y quienes se encuentren tomando algún tipo de medicación.
Ante la falta de alimentos y de abrigo, las personas indigentes que se encuentran en situación de calle son propensas a padecer un cuadro de hipotermia. Por eso es muy importante brindarles asistencia durante el invierno.
Para tratar la hipotermia y revertirla, hay que trasladar a la persona a un ambiente cálido y cerrado. Si eso no es posible, es importante cubrirla con mantas para aislarla del suelo frío y proteger su cuello y su cabeza para retener el calor del cuerpo.
La aplicación de compresas tibias en el tórax, la ingle y el cuello también ayuda, pero deben evitarse los movimientos bruscos y la fricción debido a que el calor puede dirigirse del centro del cuerpo a los músculos, una situación contraproducente.