Definición de hincha
Se llama hincha a la persona que es partidaria de algo o de alguien. El término puede utilizarse como equivalente a simpatizante, aficionado o fanático.
Por ejemplo: “Un hincha del Barcelona ingresó al campo de juego para saludar a Lionel Messi en el medio del encuentro”, “Los hinchas se acercaron al entrenamiento para brindarle apoyo a los jugadores”, “Soy hincha de Roger Federer, no me pierdo ninguno de sus partidos”.
El conjunto de hinchas compone una hinchada. Lo habitual es que el concepto se emplee en el ámbito del deporte para aludir al grupo de individuos que canta de manera coordinada temas de aliento a su equipo y que suele desplegar banderas.
Los hinchas de un club comparten diversos rituales. Pueden lanzar papeles cuando su equipo sale al campo de juego o utilizar pirotecnia a modo de celebración, por citar dos acciones frecuentes en el fútbol.
En ocasiones, los hinchas adoptan un comportamiento violento. Pueden pelearse con los simpatizantes del conjunto rival, insultar a los deportistas o a los jueces o hasta arrojar objetos contundentes a la cancha.
En el mejor de los casos, el concepto de hincha se relaciona con una pasión que comparten millones de personas por un equipo deportivo, y este sentimiento de pertenencia tiene un poder inconmensurable. Se dice a menudo que el gusto por el deporte derriba cualquier barrera, ya sea lingüística o de nacionalidad, ya que nos permite relacionarnos con personas de todas partes del mundo usando simplemente nuestro cuerpo.
Imaginemos que un niño llega con sus padres a un país cuya lengua no entiende. En un principio, su vida puede parecer bastante difícil, ya que le esperan años de un profundo trabajo de adaptación y aprendizaje para comunicarse verbalmente y hacer cosas tan cotidianas como mirar la televisión o ir al cine. Sin embargo, si lo llevan a un parque donde otros niños se encuentren practicando un deporte que lo apasione, probablemente pueda unirse a ellos sin importar sus diferencias culturales.
Ser hincha de un equipo deportivo, en definitiva, es una cuestión muy profunda y pura, que nada tiene que ver con la violencia sino que surge de forma espontánea tras haber presenciado la majestuosidad con la que se desempeñan sus jugadores en el campo. Este sentimiento es tan genuino que no podemos forzarlo ni modificarlo de manera voluntaria, y suele acompañarnos durante toda la vida.
El verdadero hincha no se aleja de su equipo favorito en los momentos difíciles; por el contrario, lo apoya más que nunca cuando atraviesa malas épocas, intentando que se levante y vuelva a brillar por todo lo alto. En compañía de amigos y familiares, o incluso de extraños que compartan la misma pasión en un bar o un espacio público, los hinchas tienen una marcada tendencia a juntarse con otras personas para celebrar su amor por el deporte y su devoción por su equipo, llegando a crear un intercambio de energía que no tiene comparación.
Es habitual, por otra parte, que la noción de hincha se confunda con la idea de barra brava o barrabrava. El barra brava se caracteriza por la violencia y por cometer delitos utilizando su “pertenencia” a un club como excusa o escudo. El hincha, en cambio, se mueve por la pasión y no por el interés económico.
Los barra bravas, de hecho, pueden no ser hinchas del club bajo el cual se agrupan. Su objetivo es lucrar a través de actividades delictivas como la reventa de entradas, la extorsión a ciertos jugadores y entrenadores o el control ilegítimo de algunos espacios del club (cobrando a quienes desean utilizar una infraestructura que, en realidad, pertenece a todos los socios).