Definición de hijuelo
Hijuelo es el diminutivo de hijo. El término, procedente del vocablo latino filiŏlus, se emplea para aludir al retoño de un vegetal.
Brotes laterales
Los retoños son los tallos o los vástagos nuevos que genera una planta. Se trata de brotes laterales que, una vez separados del tallo principal, pueden ser plantados para producir un nuevo ejemplar.
Los hijuelos se aprecian como pequeñas réplicas de la planta
Los hijuelos se constituyen como réplicas idénticas a nivel genético de la planta. Por lo tanto constituyen un método de reproducción: la “copia” puede separarse y ser plantada en otro sitio.
Mecanismo de adaptación
De acuerdo a los expertos en botánica, la creación de hijuelos supone un mecanismo de adaptación de las plantas para asegurar su subsistencia. El ejemplar produce una réplica de sí mismo que surge en la base de su tallo.
El hijuelo, con el paso del tiempo, desarrolla su propio sistema radicular. De esta manera, es clave no extraerlo de la planta apenas surge, sino darle tiempo para que, al ser separado y plantado en otro lado, tenga mayores posibilidades de enraizar con éxito.
Es importante aclarar que no todas las plantas producen hijuelos. Entre las que sí lo hacen se encuentran el aloe vera, el pandano y las bromelias, por ejemplo.
Plantas que producen hijuelos
Para ampliar lo dicho en el párrafo anterior, hablaremos de las plantas que, en lugar de apelar a esquejes o semillas, producen hijuelos para su reproducción. Algunas los generan en los extremos de sus hojas, mientras que otras crean unas ramificaciones (denominadas estolones) desde las que aparecen estas pequeñas plantitas.
La planta llamada cinta, por ejemplo, que también se conoce por el nombre de lazo de amor se encuentra entre las que producen los hijuelos en las puntas de sus hojas. Se trata de una planta de interior de muy fácil cultivo, con hojas delgadas, largas y curvas que presentan una combinación de dos colores: crema y verde. Cabe mencionar que si no recibe suficiente luz solar, es posible que sus hojas sean únicamente verdes.
La cinta es muy resistente a las bajas temperaturas, de manera que es posible ubicarla en un jardín, aunque es necesario tener en cuenta que el frío extremo y el sol directo pueden dañarla de forma irreversible. También podemos hablar de la saxifraga stolonifera o ramo de novia, una de exterior cuyas hojas tienen una característica forma redondeada y unas venas blancas que irrumpen en el color verde de sus hojas. Sus tallos son rojizos y de poca extensión. A diferencia de la cinta, es muy resistente al frío y al sol directo.
Esta planta colgante produce unos hilos rojizos en cuyo extremo podemos ver los hijuelos, los cuales forman su propia raíz; por lo tanto, si no se extraen y tienen espacio suficiente, con el tiempo generan una hilera de saxifragas. Por último podemos hablar del ya mencionado aloe vera, un arbusto muy conocido por sus propiedades curativas.
El aloe vera es un conocido ejemplo de planta que produce hijuelos
Sus hojas pueden alcanzar los 50 centímetros de extensión y los 15 de ancho. Con respecto a su forma, son triangulares y canaliculadas. Si bien no exhiben manchas, sus hijuelos y las hojas más viejas sí tienen algunas de un tono más claro que el verde característico de la planta.
«Hijuelo» no es «hijuela»
No se debe confundir el concepto de hijuelo con la noción de hijuela. La Real Academia Española (RAE) reconoce más de una decena de acepciones de hijuela, palabra que puede aludir a aquello que está subordinado a un elemento principal; a un colchón delgado que se ubica debajo de otro en una cama; a una tira de tejido que permite ensanchar una prenda de vestir; o a un camino que va de la vía principal a un sitio alejado de un pueblo, por mencionar algunas posibilidades.