Definición de hidrácido

La noción de hidrácido procede del vocablo francés hydracide. El término se emplea en el terreno de la química para aludir al ácido que se forma con un halógeno e hidrógeno.

Conceptos relacionados

Resulta evidente que la comprensión de la idea de hidrácido exige, ante todo, entender qué es un halógeno y qué es el hidrógeno. Sin saber a qué refieren estas palabras, resulta imposible avanzar.

Hay muchos tipos de hidrácidos


Un halógeno es un elemento químico que, en la tabla periódica, está incluido en el grupo compuesto por el astato, el yodo, el bromo, el cloro y el flúor. Hay sales de los halógenos con presencia abundante en el terreno natural, como ocurre con el cloruro sódico.

El hidrógeno, en tanto, es el elemento químico más común y el más ligero. Su número atómico es 1. Se suele presentar en forma de molécula, y en condiciones normales forma H2, un gas diatómico incoloro, inflamable, no metálico e inodoro.

Características generales

Volviendo a los hidrácidos, son ácidos que se desarrollan con hidrógeno y con un halógeno. También conocidos como ácidos binarios –ya que están formados por dos elementos–, su fórmula química se expresa con una H (correspondiente al átomo de hidrógeno) seguida por la letra que identifica al halógeno.

Solubles en agua, los hidrácidos son conductores eléctricos y suelen desprender vapores por la volatilidad de sus moléculas. Por sus propiedades es habitual que se utilicen como disolventes o como limpiadores, por ejemplo.

Ejemplos de hidrácidos

Ácido yodhídrico. Es el nombre por el que se conoce la disolución acuosa de la molécula diatómica denominada yoduro de hidrógeno (HI). Se trata de uno de los hidrácidos comunes más fuertes, ya que su base conjugada correspondiente es altamente estable. El HI es un gas incoloro que forma agua y diyodo tras una reacción con dioxígeno; en condiciones de humedad en el aire, se encuentra como ácido yodhídrico en forma de niebla.

Ácido bromhídrico. Sus características en disolución acuosa son las siguientes: es un ácido fuerte, corrosivo (puede causar graves irritaciones en la piel y los ojos) y su reacción con bases es violenta. Se trata de la solución acuosa del bromuro de hidrógeno, un gas. Se encuentra en el grupo de los ácidos inorgánicos porque deriva de al menos un compuesto inorgánico, además de no tener carbono, a diferencia de los ácidos orgánicos.

El ácido fluorhídrico se usa para tallar cristal


Ácido fluorhídrico. Este hidrácido es una solución en agua de fluoruro de hidrógeno, un gas corrosivo. El ácido fluorhídrico es capaz de corroer el cristal, razón por la cual se manipula a temperaturas extremadamente bajas con herramientas de plástico. En el ámbito de la química orgánica, se usa para obtener compuestos orgánicos fluorados, como catalizador o como disolvente. Dados sus efectos sobre el vidrio, también se usa en el grabado y tallado de este material.

Ácido telurhídrico. Lo componen telurio, un semimetal de número atómico 52, e hidrógeno. También se conoce como telururo de hidrógeno, y es un gas altamente venenoso de fácil condensación. Su fórmula química es H2Te, lo cual indica que se halla entre los compuestos inestables en relación a la pérdida de H2. Así como el seleniuro de hidrógeno, es un ácido cuyos ángulos H-X-H ronda los 90 grados y es reactivo.

Ácido clorhídrico. Procede del cloruro de hidrógeno, un gas que debe estar en una disolución acuosa para obtener este hidrácido que, entre sus muchos nombres, también se conoce como espíritu de sal, agua fuerte, ácido muriático o salfumán. Es altamente corrosivo y se suele usar como reactivo. Fue muy usado en la Edad Media por los alquimistas de Europa. El químico Johann Rudolf Glauber lo usó para la preparación de sulfato de sodio.

Definición siguiente →