Definición de hibernación
La hibernación es un estado fisiológico que adoptan algunos animales para adaptarse a las condiciones meteorológicas extremas del invierno. Al hibernar, estas especies disminuyen sus funciones metabólicas para ahorrar energía.
El metabolismo de los animales que hibernan, por lo tanto, se reduce en pos de la conservación de la energía. La hibernación, que puede durar desde días hasta meses, implica que la temperatura corporal desciende, al igual que la frecuencia respiratoria. Las características específicas del proceso, de todos modos, dependen de cada especie.
Mientras transcurre la hibernación, el individuo hace uso de las reservas de energía que acumuló durante las estaciones más cálidas. Por eso puede pasar mucho tiempo sin ingerir alimentos. Al minimizar su respiración y sus pulsaciones e interrumpir las labores de digestión, el organismo gasta poca energía y recurre a sus reservas de lípidos para obtener los recursos energéticos esenciales que necesita mientras se extiende el periodo de “sueño” o “sopor” de la hibernación.
Los osos son animales que desarrollan la hibernación. Por eso, en el invierno, permanecen en este estado. Cuando los osos salen de este estado, se ven mucho más delgados que antes del invierno y deben adaptarse nuevamente a las actividades normales de alimentación y ejercicio físico.
La hibernación pertenece a un grupo de fenómenos denominado dormancia o dormición, que se define como un período en el ciclo de la vida de un organismo (animal o vegetal) durante el cual su desarrollo, su actividad física y su crecimiento se suspenden de forma temporal. La conservación de energía durante dicho período se vuelve posible gracias a que la actividad metabólica se reduzca drásticamente.
Es importante señalar que los organismos pueden sincronizar su etapa de dormancia con el medio ambiente, y esto se da de dos formas diferentes: la predictiva, el estado de hibernación comienza antes de que que lleguen las condiciones que pretende evitar, como ser el frío intenso; la consecuente, comienza después de dichas condiciones. Algunas plantas predicen la llegada del invierno gracias al fotoperíodo (las variaciones en la iluminación que reciben, las cuales pueden alterar su germinación) o al descenso de temperatura.
También se llama hibernación a una condición similar a la de los animales que puede generarse en un ser humano a través de fármacos. La noción además puede vincularse a la criopreservación: la utilización de temperaturas muy bajas para conservar los tejidos y las funciones celulares.
En el plano de la teoría, se supone que la hibernación o un proceso semejante podrían resultar útiles para que las personas pudieran desarrollar viajes espaciales que demandan una gran cantidad de tiempo. Sin embargo, aún no existe ninguna tecnología capaz de generar un estado de este tipo de manera controlada y reversible.
Para nuestra especie, la hibernación resulta verdaderamente fascinante, en parte porque se trata de un estado absolutamente natural que permite reducir el gasto de energía a niveles casi nulos. Por ejemplo, el ritmo cardíaco puede llegar al 5 por ciento de su valor normal. Podríamos decir que los humanos «envidiamos» a los animales por ser capaces de lograr tantas cosas que para nosotros son inalcanzables.
A menudo la gente confunde este concepto con el de invernar, pero sus significados son diferentes. Invernar se define como pasar la temporada invernal en algún sitio favorable para resistir el frío. Si somos estrictos, el diccionario ni siquiera habla de las características del lugar, sino que se refiere simplemente a la acción de permanecer allí durante el invierno; otras dos acepciones que nos provee son las siguientes: darle al ganado buenas pasturas para engordarlo (se usa en Uruguay); llevar al ganado a los invernaderos para que paste allí (en Argentina, Uruguay y Chile).