Definición de hexaedro
El concepto de hexaedro proviene del vocablo latino hexáedron y hace referencia a un sólido que consta de seis caras. La noción se emplea en el ámbito de la geometría.
En este contexto, un sólido es un cuerpo geométrico: es decir, un objeto que cuenta con tres dimensiones (altura, anchura y longitud). Las caras son las diversas superficies que componen estos sólidos; en el caso del hexaedro, el objeto se forma con seis caras.
Al estar desarrollado con superficies planas, el hexaedro también es un poliedro. Con mayor precisión podemos decir que es un poliedro convexo, ya que cualquier segmento que una dos de sus puntos quedará contenido en el interior del propio poliedro.
Otra de las características de los hexaedros es que sus caras tienen cinco lados o menos. Cuando la totalidad de las caras del sólido son cuadrados congruentes (sus lados son iguales), se trata de un hexaedro regular.
Estos hexaedros regulares son cubos: sólidos que se componen de seis cuadrados iguales. Cabe destacar que los cubos —y, por lo tanto, los hexaedros regulares— son sólidos platónicos, tal como se denomina a todos los poliedros convexos cuyas caras son polígonos regulares que resultan iguales entre sí. Esta denominación está vinculada a Platón, el filósofo de la Antigua Grecia que realizó los primeros estudios al respecto.
Es posible reconocer varias clases de hexaedros, con diferentes cantidades de vértices y aristas. Desde un punto de vista topológico, solamente siete de ellos son fáciles de distinguir, pero hay existen más. Por supuesto, en todos los casos son sólidos de seis caras, ya que esa es la propiedad distintiva de estos poliedros. Veamos una breve descripción de algunos de los más comunes:
* la pirámide de base pentagonal tiene cinco caras de tres lados y una de cinco (esta última es su base), seis vértices y diez aristas. Ésta difiere de la imagen que por lo general tenemos de la pirámide, cuando pensamos en las egipcias, por ejemplo, ya que éstas tienen una base de cuatro lados y cuatro caras de tres lados cada una;
* el prisma rectangular, también conocido con el nombre de cuboide, tiene seis caras de cuatro lados, ocho vértices y doce aristas cada una. Estamos ante una forma que todos conocemos pero que no solemos llamar de esta manera ni asociarla con el concepto de hexaedro, sino que simplemente la asociamos con el concepto de «caja», otro término que se acepta para referirse a ella en una conversación informal o incluso en ciertos ámbitos técnicos, como ser el diseño gráfico tridimensional;
* el cubo es el más común de todos los hexaedros, y se trata de un objeto sólido tridimensional que se compone de seis caras idénticas, cada una con cuatro vértices y cuatro lados. Partiendo del universo bidimensional, son necesarios seis cuadrados para formar un cubo;
* el doble tetraedro cuenta con seis caras de tres lados, cinco vértices y nueve aristas cada una. El tetraedro es un poliedro cuyas caras son triángulos. A simple vista, parece una pirámide a la cual le falta un lado. Si todas sus caras son triángulos equiláteros, todos iguales entre ellos, entonces se trata de un tetraedro regular;
* el paralelepípedo es un poliedro de igual número de caras y vértices que el cubo o el prisma rectangular, aunque cada una de sus caras es un paralelogramo, o sea una figura de cuatro lados de los cuales cada par de opuestos son iguales entre sí pero diferentes a los otros;
Además de los tipos de hexaedros recién expuestos existen varios más, aunque no siempre se encuentran relacionados con un nombre específico, sino que se pueden reconocer a partir de sus características.