Definición de hendidura
Una hendidura es una cisura o un tajo que se produce en una superficie sólida que no llega a separarse o dividirse. El término también se emplea para nombrar a una abertura angosta y de escasa profundidad.
Por ejemplo: “Es importante controlar las hendiduras de los neumáticos ya que el desgaste incrementa el riesgo de accidente”, “Estuve sentado tanto tiempo que dejé una hendidura en el sofá”, “Cuando se desató la tormenta, el animal se refugió en una hendidura de la montaña”.
En el ámbito de la anatomía, se llama hendidura o surco a un repliegue, una depresión o una ranura. El surco nasolabial o subnasal, por citar un caso, se encuentra entre la nariz y el labio superior de la boca. Formada por dos pequeñas crestas en la piel, esta hendidura tiene un ancho y un largo que varían en cada persona.
Se cree que el surco nasolabial es un rastro de la unión que, en los ancestros del ser humano, existía entre la nariz y la boca. En los animales cuya subsistencia depende en gran parte del olfato, esta hendidura permite hidratar el hocico a partir del traslado de la humedad de la boca. Con la evolución humana, el olfato perdió preponderancia, por eso el surco nasolabial no cumple con esa función en nuestra especie.
Los tambores de hendidura, por otra parte, son instrumentos musicales de percusión. Se trata de un idiófono (su cuerpo es la materia resonadora, por eso cuenta con sonido propio) que se fabrica con madera y que presenta varias hendiduras para que, al ser golpeado, suene.
El canal que existe entre cada par de células, por medio del cual pueden trasladarse las moléculas se conoce con el nombre de hendidura intercelular. Más precisamente, lo encontramos en las células epiteliales, es decir, las que recubren las diferentes superficies de nuestro organismo y se hallan en la piel, los órganos y los vasos sanguíneos. La hendidura intercelular también podemos verla en el endotelio de los vasos linfáticos y de los sanguíneos (el endotelio es un tejido que tiene una sola capa celular).
La comunicación entre dos células depende en gran parte de la hendidura intercelular, y en su interior hay uniones estrechas, proteínas de los desmosomas en banda y uniones gap, gracias a las cuales es posible la propagación y la regulación de las señales, entre otras funciones. Si bien la hendidura no es más que un canal, todo lo que por ella fluye, como ser los iones y las pequeñas moléculas son esenciales para las células que se encuentran a su alrededor.
Además de la comunicación antes mencionada entre las células, la hendidura intercelular cumple una función auxiliar en la formación de la barrera sangre-nervio que encontramos alrededor de los nervios. Es un componente necesario para transportar pequeños solutos y fluidos en el interior del endotelio.
Cada hendidura intercelular tiene dimensiones diferentes, dependiendo de la parte del cuerpo a la que pertenezca, pero se han establecido ciertos valores aproximados que sirven para definir la longitud, el ancho y otras de sus propiedades. Por ejemplo, en los capilares, la longitud media ronda los 20 metros por centímetro cuadrado. Su profundidad medida entre la abertura luminal y la basal tiene un promedio de 0,7 micras (una micra es la millonésima parte de un metro).
Con respecto al ancho de la hendidura intercelular, a lo largo de gran parte de su extensión ronda los 20 nanómetros (un nanómetro equivale a la mil millonésima parte de un metro). En los capilares, se ha determinado que la hendidura ocupa tan sólo el 0,4 por ciento de la superficie de la pared, y allí difunde los fluidos hidrófilos y los pequeños solutos con libertad.