Definición de hematoma
El concepto de hematoma describe una marca que aparece en alguna parte del cuerpo humano como consecuencia de una acumulación de fluido sanguíneo ocasionada por un daño que ha roto un vaso capilar. Se trata de una reacción corporal frente a golpes o a una contusión que puede volver de color violáceo o azulado el área afectada.
El hematoma, también conocido con los nombres de moretón, moratón o cardenal, constituye una equimosis. Este tipo de manchas puede aparecer en la piel o en los órganos internos del cuerpo por múltiples causas. Cuando los pigmentos y las células se desplazan por el tejido conectivo, el hematoma puede cambiar su posición. Por citar un caso concreto a modo de ejemplo, un hematoma surgido en un nudillo puede moverse hasta cubrir el dedo completo en el transcurso de unos pocos días.
Los hematomas pueden clasificarse en tres grandes grupos: subcutáneos (son los más leves: se encuentran debajo de la piel), intramusculares (aparecen en el zona protuberante de un músculo y pueden afectar a órganos internos) o periósticos (se producen cuando la contusión afecta a un hueso).
El proceso hasta la aparición de un hematoma detectable a simple vista se inicia al momento del golpe y puede esperarse a partir del dolor inmediato que se siente en la zona afectada. Al poco tiempo se produce una inflamación que después disminuye de manera natural. Por último, el área implicada cambia de color y pasa por diversos estados (rosáceo, azulado, amarillo verdoso) hasta retomar su pigmentación habitual.
Existen varias pomadas de aplicación externa que permiten el tratamiento de los hematomas. La utilización de hielo sobre el área afectada es otra opción durante los primeros días. Si el dolor es intenso, el consumo de algún analgésico puede ofrecer resultados muy positivos.
Hematomas intrauterinos durante el embarazo
Es muy común que una mujer experimente pérdidas de sangre durante el primer trimestre de embarazo; las causas pueden ser problemas de variada importancia, siendo una de las más frecuentes los hematomas intrauterinos. Estos se conocen también con el nombre de interdeciduotrofoblásticos y tienen lugar cuando se generan pequeñas acumulaciones de sangre dentro de la cavidad endometrial.
Si bien suelen darse en muchos casos, se desconocen las razones por las que se originan. Generalmente, no conllevan dolor en el abdomen; la pérdida de sangre, que no siempre tiene lugar, no es igual en todos los casos y se recomienda una consulta médica en cuanto se detecte. De hecho, cuando se descubre un hematoma de este tipo, el embarazo pasa a considerarse de alto riesgo y recibe una exhaustiva observación periódica para analizar su evolución.
Afortunadamente, los hematomas intrauterinos no interrumpen el embarazo, y en general se reabsorben y desaparecen de manera espontánea si se realiza el reposo adecuado. De acuerdo al tamaño, el tiempo necesario para su eliminación y el sangrado pueden variar. Su detección puede realizarse mediante una ecografía de control y su volumen se calcula multiplicando su extensión por su anchura.
De acuerdo a su ubicación, los hematomas intrauterinos pueden denominarse retroplacentarios, marginales, subcoriónicos (o retrocoriónicos) o bien supracervicales, y presentan un aspecto cuneiforme o similar al de una medialuna. Si tienen un gran tamaño y su ubicación es comprometida, se los suele relacionar con complicaciones tales como la rotura prematura de bolsa o un desprendimiento de placenta, cuestiones que pueden devenir en un aborto o en un parto temprano, en el caso de gestaciones avanzadas.
Así como en otro tipo de trastornos, el descanso absoluto es una de las indicaciones más comunes que los médicos suelen dar. Sin embargo, en la práctica, resulta casi imposible de seguir para una mujer de clase trabajadora, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un problema presente en los primeros meses de embarazo, cuando todavía no es fácil ausentarse del trabajo.