Definición de gresca

El concepto de gresca deriva de greesca, un vocablo del catalán antiguo. El término alude a una pelea, una contienda o un griterío que se genera cuando varias personas se enfrentan por algún motivo.

Por ejemplo: “Al finalizar el encuentro, los jugadores de ambos equipos se trenzaron en una gresca”, “Como resultado de la gresca, tres jóvenes tuvieron que ser hospitalizados por diversas heridas”, “Mientras el presidente pronunciaba su discurso se produjo una gresca en el público, pero los ánimos pronto se apaciguaron”.

Su etimología nos revela que el término original se encuentra en el latín, donde hacía referencia a un juego de dados que se practicaba en las plazas y calles, en el cual los participantes solían desatar peleas multitudinarias ante la frustración de una derrota o al descubrir que otro estaba haciendo trampa.

Las grescas suelen ser riñas que involucran a muchos individuos. Por lo general se producen cuando hay dos o más grupos que actúan como bandos y cada uno intenta imponerse sobre el otro mediante el uso de la fuerza.

Muchas veces se producen grescas en el ámbito del deporte. Supongamos que un futbolista golpea a un rival; ante esta situación, un compañero del jugador agredido sale en su defensa e increpa al atacante. De a poco comienzan a involucrarse más futbolistas y así se generan discusiones y forcejeos hasta que estalla la gresca. Ante los incidentes, el árbitro debe aplicar las sanciones reglamentarias correspondientes.

En ocasiones las grescas están motivadas por el consumo de alcohol. Algunas personas tienden a actuar de manera agresiva cuando se encuentran alcoholizadas, ya que pierden las barreras inhibitorias. Por eso es habitual que se produzcan enfrentamientos violentos sin razón aparente.

Este término resulta ideal para tratar el tema de los préstamos lingüísticos que caracterizan a nuestra lengua, con tantos vocablos que hemos tomado del latín, del inglés, del árabe, del griego y del francés, entre otros idiomas. Resulta curioso que por lo general nos olvidemos de los aportes que nos han dejado los idiomas y dialectos más cercanos al español, como ser en este caso el catalán.

Los estudiosos de la lengua aseguran que de las lenguas peninsulares el catalán es la que más nos ha legado, tanto en vocablos como en expresiones que usamos en nuestro día a día, muchas veces sin ser conscientes de ello. Además de gresca, tenemos capicúa, faena, esquirol, alioli, chuleta, cantimplora, crisol, clavel, correo, linaje, granel, orgullo, naipe, porche, pantalla, retrete, reloj, trébol, viaje e incluso quijote, uno de los términos más representativos de la literatura española.

En el habla cotidiana de España se suele usar la expresión andar a la gresca para describir una situación en la cual una persona «mete alboroto» o «bulla» y genera una riña, una pendencia, una contienda o un tumulto en un grupo de personas del cual forma parte. Por ejemplo, se suele decir que alguien anduvo a la gresca en un estudio de televisión para señalar que desató una discusión acalorada que desembocó en una pelea masiva, que involucró a todos los presentes en un gran sinsentido. Precisamente, una de las características de la gresca es la pérdida del objetivo a medida que crece en magnitud.

Este último aspecto de la gresca se puede apreciar en algunos de sus sinónimos, como ser lío, alboroto y confusión, pero la lista es mucho más extensa, y contiene términos como disputa, escándalo, tumulto, zafarrancho, marimorena, pelotera, camorra, escaramuza y pugna.

Gresca, por último, es el nombre de un restaurante de la ciudad de Barcelona (España). Este establecimiento fue inaugurado hace una década por Rafa Peña y se encuentra entre los recintos gastronómicos catalanes más valorados por los críticos.

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