Definición de fusibilidad
Fusibilidad es la condición de fusible: que se puede fundir (derretir). Por lo tanto, la fusibilidad de un material alude a la predisposición que evidencia para fundirse o derretirse.
Posibilidad de fundir
Al conocer la fusibilidad de algo, se determina la posibilidad de producir piezas fundidas. En este marco resulta clave el punto de fusión, que es la temperatura a la cual una sustancia pasa del estado sólido al estado líquido.
La fusibilidad es la predisposición de una sustancia a ser fundida
Mientras más bajo es el punto de fusión, mayor es la fusibilidad. Si el punto de fusión es muy alto, por el contrario, se dice que el material es refractario. Por eso un material refractario tiene escasa fusibilidad.
Supongamos que una persona desea realizar una soldadura. Para cumplir con su objetivo, necesita trabajar con materiales de alta fusibilidad, con un punto de fusión bajo. De esta manera, al aplicar calor, logrará derretirlos y soldarlos, fusionándolos.
Debemos decir que la fusibilidad es importante en muchos ámbitos. Las industrias pesadas, la herrería y la ingeniería suelen tener en cuenta esta propiedad de los materiales.
Punto de fusión
Como hemos visto en los párrafos anteriores, conocer el punto de fusión es clave para determinar la fusibilidad de un material. En este caso, el valor del punto de fusión es inversamente proporcional a la fusibilidad. Podemos decir que este concepto se define como la temperatura necesaria para que una sustancia pase del estado sólido al líquido.
Cuando el material se encuentra precisamente en este punto, sus fases sólida y líquida se hallan en total equilibrio. El factor del cual depende este punto es la presión, y se suele especificar tomando como referencia una condición normalizada de presión, como puede ser 100 kilopascales (kPa) o 1 atmósfera. Si el sentido del cambio es el inverso, es decir que el material pasa de líquido a sólido, entonces se habla de punto de congelación.
Si bien casi todas las sustancias conocidas tienen el mismo valor de temperatura para sus puntos de fusión y congelación, existen algunas excepciones. En el primer grupo encontramos el mercurio, que en ambos casos debe llevarse a -38,8 grados Celsius; en el segundo, está el agar, cuyo punto de fusión se da a los 85 grados Celsius y se congela desde los 31 grados Celsius.
Materiales refractarios
Hasta el momento hemos visto que los materiales que no pueden fundirse, es decir que no poseen fusibilidad, se llaman refractarios. Dicho de otra manera, se trata de aquellos que resisten temperaturas muy altas sin que su estado se vea alterado. Es importante señalar que no es fácil trazar una línea divisoria entre los que pertenecen a este grupo y los demás, aunque por convención se consideran refractarios los que no se ablandan al someterse a más de 1600 grados Celsius.
Además de esto, para que un material se pueda incluir en el grupo de los refractarios debe conservar su estructura y su resistencia a pesar de la alta temperatura. Según la operación que se realice, no deben romperse ante un cambio brusco de temperatura, su conductividad térmica debe ser baja y debe ser químicamente inerte.
El estaño para soldar tiene un alto valor de fusibilidad
En la minerología
En el terreno de la mineralogía, la fusibilidad fue estudiada por el alemán Wolfgang Franz von Kobell (1803- 1882), quien desarrolló una escala con siete niveles conocida como escala Kobell.
Cada nivel cuenta con un mineral de referencia. En el primer nivel de la escala Kobell aparece la antinomita o estibina, cuyo punto de fusión aproximado es de 525 °C. En los niveles sucesivos, de mayor a menor fusibilidad, se ubican la natrolita (con un punto de fusión de unos 800 °C); la almandita o almandino (1050 °C); la actinolita (1200 °C); la ortosa u ortoclasa (1300 °C); la broncita (1400 °C); y el cuarzo (considerado infusible).