Definición de fular
El vocablo francés foulard llegó al castellano como fular. El concepto hace referencia a una tela de seda que suele contar con estampados.
Lo habitual es que la noción aluda a diferentes prendas o productos que se confeccionan con esta clase de tela. Un fular, en este marco, puede ser un pañuelo que se utiliza de manera similar a una bufanda.
El fular, de este modo, se usa alrededor del cuello. También puede emplearse en la cabeza como complemento de moda.
Un fular, por otra parte, es un portabebés. Su funcionamiento es simple: la tela se anuda al cuerpo del adulto para que esté en condiciones de sostener al niño de manera segura.
Según cómo se coloca el fular, se puede trasladar al bebé en la espalda, en el pecho o en la zona de la cadera. Además el pequeño puede ir recostado o erguido.
La clave del fular está en los nudos y en los cruzamientos. La tela, por supuesto, debe ser lo suficientemente resistente para soportar el peso del chico sin desgarrarse.
Hay quienes confeccionan los fulares partiendo directamente del trozo de tela. Sin embargo, hay que destacar que se venden fulares prearmados.
Los bebés que son transportados en un fular se sienten en calma al estar en contacto con sus padres. Esto les ayuda a desarrollar seguridad en sí mismos. A los padres, el fular les brinda comodidad y movilidad. En cuanto a los inconvenientes, es imprescindible que el bebé permanezca en una posición apropiada para evitar problemas tanto para él como para el adulto.