Definición de fonoteca
Una fonoteca es una colección de discos, cintas y otros elementos que registran sonidos. Estos archivos, por lo tanto, permiten conservar y difundir el patrimonio sonoro.
Los recursos que atesora una fonoteca contienen música, discursos, lecturas en voz alta, recitales poéticos y otras manifestaciones y expresiones que pueden escucharse. Muchas veces las fonotecas son anexos o secciones de bibliotecas.
Las primeras fonotecas surgieron a partir del almacenamiento de registros sonoros de distintas clases. Para facilitar su organización y el acceso, los documentos se clasifican y se ordenan, favoreciendo el trabajo de investigadores, estudiantes e interesados en general que desean consultarlos.
En una fonoteca es posible encontrar discos de vinilo, discos compactos (también conocidos como compact discs o CD), cassettes y otros artículos. En la actualidad también existen las fonotecas digitales y virtuales, que conservan el sonido digitalizado.
El discurso que pronunció un presidente al asumir, el último concierto de un artista y los poemas de un escritor en su propia voz son algunos de los documentos que pueden formar parte de una fonoteca. Como se puede advertir, estas instituciones tienen una gran relevancia histórica y cultural.
La Fonoteca Nacional de México, fundada en 2008, es un ejemplo de esta clase de entidades. Depende de la Secretaría de Cultura de la nación norteamericana y se dedica al registro, la catalogación y la difusión de la memoria sonora mexicana.
Las cinco actividades que se reconocen como los pilares de la Fonoteca Nacional para la promoción de la cultura son los siguientes:
* el rescate y la preservación del patrimonio sonoro de México;
* la divulgación de los valores y bienes culturales que contiene en su colección y que protege;
* llevar a cabo eventos de diversas clases, como ser culturales, artísticos o académicos con el sonido como tema central;
* promover la cultura de escuchar en los ciudadanos;
* fomentar la creación de sonidos con fines artísticos basada en la libertad y la experimentación.
Antes de la fundación de la fonoteca, ya el gobierno de México reconocía como tarea pendiente la protección de su patrimonio sonoro. Por esta razón, a mediados del 1900 surgieron los primeros proyectos relacionados con este objetivo, que también incluía el material visual; algunos ejemplos son la Cineteca Nacional, la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma y la Fototeca del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Sin embargo, el sonido no tenía un espacio dedicado a él de forma exclusiva.
En el año 1980, la UNESCO señaló la importancia de este patrimonio y sugirió que fuese conservado. Sin embargo, pasaron dos décadas y media hasta que la Secretaría de la Función Pública pusiera en funcionamiento la Fonoteca Nacional, para la cual destinó la Casa Alvarado como sede. Cabe señalar que hasta el momento no existía otra fonoteca en Latinoamérica.
Dicho recinto tiene una superficie total de más de 6500 metros cuadrados y se encuentra en Coyoacán, Ciudad de México. Antes de su apertura se realizaron diferentes trabajos de restauración y edificación. La Casa Alvarado data del siglo XVIII y tiene un evidente estilo andaluz y morisco. En el año 1932, la Dirección de Monumentos Coloniales lo declaró monumento histórico.
En la Fonoteca Nacional de México destaca el edificio de preservación, cuya superficie abarca 1200 metros cuadrados. Es allí donde tienen lugar todas las tareas de preservación de los archivos sonoros del país, las cuales incluyen el diagnóstico, la catalogación, la estabilización y la conversión a formatos digitales.
Por otro lado se encuentra la Audioteca Octavio Paz, con equipos que puede usar libremente el público para la consulta y el acceso de los archivos de sonido.
La Universidad Jaime I de España, en tanto, dispone de una fonoteca digital creada en 2001. A través de ella se pueden escuchar más de 313.000 canciones.