Definición de explotación forestal
Del francés exploitre, explotar es un verbo que refiere a extraer utilidades o riquezas de una industria o negocio y a utilizar las cualidades de un ser vivo o circunstancia de manera abusiva. La acción y efecto de explotar recibe el nombre de explotación.
Forestal, del latín forestalis, es lo perteneciente o relativo a los bosques y al aprovechamiento de la leña y otros recursos relacionados. Se conoce como silvicultura al cultivo de los bosques y a la ciencia vinculada a este cultivo.
La explotación forestal, por lo tanto, es la extracción de recursos de una superficie boscosa. Esta actividad suele llevarse a cabo para la obtención de madera, frutos o corcho.
Es importante tener en cuenta que la explotación forestal tiene serias consecuencias sobre los bosques. Si no se trata de una explotación controlada y responsable, se pone en riesgo la subsistencia del bosque.
Muchas veces la explotación forestal implica la tala de árboles y la quema de grandes superficies. Esto supone literalmente la destrucción del bosque y genera el fenómeno conocido como deforestación.
Cuando se tala un bosque sin un plan de reforestación, el ecosistema sufre grandes daños y se pierde la biodiversidad. Además de las especies vegetales que son afectadas de manera directa, muchos animales se quedan sin su hábitat y algunas comunidades aborígenes se ven desplazadas. La explotación forestal también tiene consecuencias negativas para la absorción de dióxido de carbono y genera la erosión del suelo.
El control por parte de las autoridades y de la legislación, pues, es imprescindible para que la explotación forestal no sea insostenible. Dado que la influencia del ser humano sobre el Planeta es considerable, resulta muy importante estudiar detenidamente cada una de sus acciones en los diferentes ecosistemas, para evitar que acabe por agotar los recursos naturales y provocar la extinción de aquellas especies de animales que aún no ha eliminado.
Este último punto se es considerado como uno de los aspectos más importantes dentro del deterioro del medio ambiente a nivel mundial. Diversas medidas se han puesto en marcha para contrarrestar este lamentable fenómeno, y las principales consisten en proteger ciertas zonas silvestres y en desarrollar proyectos para aprovechar los recursos de manera sostenible, para lo cual es necesaria una formación basada en la investigación de los procesos y patrones ecológicos, así como de los efectos que la influencia del ser humano tiene sobre los ecosistemas.
La explotación forestal desmedida no es un problema aislado o un error de nuestra especie que pueda ser corregido mediante una simple decisión, sino que se encuentra íntimamente relacionado con nuestra manera de entender y tratar al resto de los seres vivos. Para entender que se trata de una cuestión social, basta con recordar que un gran porcentaje de personas son conscientes de las consecuencias de la deforestación y no hacen nada al respecto.
Cada vez que el ser humano destruye un bosque para convertirlo en un centro de explotación ganadera, por ejemplo, no solo continúa alimentando su retorcido ego a través de la tortura de otros seres vivos, sino que consigue que poco a poco la Tierra pierda su capacidad de controlar el clima y su composición química.
¿Cómo es posible que la tala de árboles ponga en riesgo la vida del propio Planeta? Si bien esta pregunta puede comenzar a responderse señalando que por año se derriban 130 mil kilómetros cuadrados de bosques y que eso deja sin hogar a millones de animales y supone un gran desequilibrio a nivel climático, deberíamos preguntarnos por qué nos hacemos creer que necesitamos talar árboles, por qué creemos que la Tierra nos ha sido entregada para que la deformemos a nuestro antojo, si el resto de las especies la tratan con respeto y gratitud.