Definición de exogamia
La noción de exogamia se utiliza en el terreno de la antropología para aludir a la pauta de casarse con alguien de ascendencia diferente o que no forma parte de la misma comunidad o tribu. Esto quiere decir que la exogamia no permite el vínculo matrimonial entre los integrantes del grupo.
Sistemas de parentesco
La exogamia, por lo tanto, es una regla que establece un sistema de parentesco: un grupo de palabras que describe las relaciones entre los parientes. El cónyuge, en este marco, debe proceder del exterior. Lo opuesto a la exogamia es la endogamia, donde la norma impone que el matrimonio debe concretarse en el seno del clan.
La exogamia promueve los vínculos intergrupales
Estos dos conceptos se presentan como polos opuestos en las reglas del matrimonio desde los trabajos de investigación de John F. MacLennan y Lewis H. Morgan. Este último subraya la importancia de la exogamia para que se desarrollen nuestras sociedades sobre la base de los vínculos intergrupales.
La exogamia y el incesto
Se suele asociar la exogamia al acto de prohibir el incesto. Sin embargo, hay antropólogos que aclaran que el tabú del incesto aplica a las relaciones sexuales y que la exogamia se refiere concretamente al matrimonio. Por otro lado, la exogamia impide el casamiento entre personas que comparten clan por más que no sean familiares directos.
El antropólogo francés Claude Levi-Strauss, por su parte, sostiene que la prohibición del incesto y la exogamia son complementarias. Para otros pensadores, hay una diferencia esencial entre ambas reglas, ya que el incesto está vedado y la exogamia es un mandato a cumplir.
Prohibición y sus motivos
Las sociedades occidentales contemporáneas respetan una exogamia que obedece al parentesco directo: no es posible que un padre se case con su hija o que dos hermanos contraigan matrimonio, por ejemplo. En otras culturas, en cambio, la exogamia se refiere a una tribu o una aldea y su violación acarrea distintos castigos.
Pero esta prohibición no es arbitraria, sino que responde a cuestiones científicas que nos inculcan desde pequeños. Por ejemplo, se sabe que si la procreación se lleva a cabo entre personas de una misma familia, los descendientes tienen un riesgo creciente de sufrir trastornos físicos hereditarios. De hecho, es gracias a la “mezcla”, por así decirlo, que las nuevas generaciones se vuelven más aptas para sobrevivir ante las amenazas externas, como ser los virus.
En este punto se encuentran una vez más la exogamia y el incesto: si bien son dos conceptos individuales, para una sociedad occidental van de la mano, ya que “nadie en su sano juicio” desearía estar en pareja o procrear con un pariente. De todos modos, el hecho de que el incesto conduzca a una descendencia débil sustenta la teoría de que el ser humano primitivo practicó la exogamia, a diferencia de lo que solían afirmar los pensadores del pasado.
La exogamia favorece la descendencia heterogénea
En el campo de la biología
Para la biología, por último, la exogamia es el cruzamiento que se desarrolla entre ejemplares de distinta población o raza. Esta práctica contribuye a la heterogeneidad de la descendencia.
En muchas de las sociedades actuales es común que se formen familias interraciales, con personas de diferentes procedencias y características genéticas. De esta manera surge un continuo mestizaje que aporta la diversidad que tanto le cuesta aceptar a la parte cerrada de la población, pero que tanto bien nos hace a nivel cultural.
Podríamos afirmar que la exogamia comienza, en este caso, como un fenómeno de carácter biológico, más precisamente en la reproducción entre dos individuos de entornos diferentes, pero luego se refleja inevitablemente en otros aspectos, desde el social hasta el económico, pasando por todos los campos, como ser el arte y la ciencia.