Definición de exequatur
El vocablo latino exequātur, que puede traducirse como “ejecútese”, es una conjugación del verbo exsĕqui (es decir, “ejecutar”). La Real Academia Española (RAE), en su diccionario, incluye la noción de exequatur, que también puede usarse como execuátur.
La primera acepción que menciona la RAE hace referencia a la autorización que concede un jefe de Estado a funcionarios extranjeros para que, en el interior del territorio nacional, puedan llevar a cabo aquellas actividades que corresponden a sus cargos.
Para que el jefe de una oficina consular entre en funciones, debe obtener el exequatur del Estado receptor.
Exequatur en la diplomacia
El funcionamiento del exequatur aparece detallado en la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, que entró en vigencia en 1967. En el Artículo 12, se especifica que el ejercicio de las funciones del jefe de una oficina consular debe ser admitido por un exequatur otorgado por el Estado receptor.
Antes de avanzar, es importante mencionar que se denomina oficina consular a una agencia consular, un viceconsulado o un consulado general. El jefe de dicha oficina, a su vez, es el individuo que tiene la responsabilidad de su dirección.
Ningún jefe consular puede comenzar sus funciones sin la obtención del exequatur. Un Estado, por otro lado, puede negarse a conceder el exequatur sin tener la obligación de explicar los motivos.
Autorización provisional y fin de funciones
Resulta relevante aclarar que un jefe de oficina consular puede ser admitido de forma provisional hasta la emisión del exequatur. El Estado receptor, cuando su legislación lo contempla, también puede dar un exequatur a un funcionario que no sea el jefe de la oficina.
Cabe resaltar, en tanto, que la revocación del exequatur da por finalizada las funciones de quien lo había conseguido.
Un exequatur implica, en un determinado país, el reconocimiento de un fallo emitido por un tribunal extranjero.
Exequatur como reconocimiento de una sentencia
Otro uso del concepto de exequatur hace mención al reconocimiento que, en una nación, se realiza de una sentencia que fue dictada por un tribunal de otro país. Lo que hace el exequatur, en este marco, es homologar el fallo en cuestión.
El procedimiento requiere la revisión de eventuales tratados, del principio de reciprocidad y de la compatibilidad del fallo con la legislación local. Puede ser titular de un exequatur aquel a cuyo favor se emitió la sentencia o alguien a quien una sentencia extranjera le genera un perjuicio o le impide acceder a un beneficio, situaciones que solo pueden resolverse con este proceso.
El exequatur, en definitiva, permite que un fallo extranjero se convierta en un título de ejecución local. Para que esto sea viable, como ya indicamos, se deben considerar varias cuestiones, como la compatibilidad con las normas del Estado.
Pase civil a una bula pontificia
La idea de exequatur, finalmente, puede nombrar al pase otorgado por una autoridad civil a los rescriptos y las bulas del papa para que sean observados en el interior de su territorio. Un pase, en este sentido, es una licencia o un permiso.
Es necesario subrayar que una bula pontificia es un documento que trata cuestiones administrativas, temas judiciales, gracias o privilegios, emitido por la Cancillería Apostólica. Los rescriptos, en tanto, son decisiones del Sumo Pontífice que constituyen una respuesta a una petición o la resolución de una consulta.
Fue Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico quien, en 1539, estableció el regium exequatur para poder decidir acerca de la ejecución de las disposiciones pontificias.