Definición de excursionista
Un excursionista es un individuo que realiza excursiones, ya sea con fines de ocio, para hacer ejercicio físico o con la intención de investigar algo. Una excursión, en tanto, implica un desplazamiento o paseo.
La industria turística suele considerar que un excursionista es un visitante del día. Es decir, una persona que llega a un lugar para concretar alguna actividad y luego regresa a su punto de origen o se marcha a otro diferente. Según esta definición, el excursionista no pernocta en el sitio en cuestión.
Puede afirmarse, en este marco, que un excursionista es un visitante que no pasa la noche en el espacio que visita. De lo contrario, se trata de un turista.
Es frecuente que el excursionismo se lleve adelante en reservas naturales o parques nacionales. El excursionista llega a este tipo de zonas para conocer los paisajes o la flora y la fauna y, luego de una cierta cantidad de horas, se retira. Muchas veces, durante su excursión, recorre senderos diseñados para la contemplación de los principales atractivos de la región.
Supongamos que una familia sale de su hogar y se dirige a un pueblo ubicado a 50 kilómetros. Al arribar a esta localidad, el grupo camina por sus calles, observa sus monumentos e ingresa a un museo. Luego almuerza en un restaurante y finalmente emprende la vuelta a su casa. En esta jornada, como puede advertirse, los integrantes de esta familia fueron excursionistas.
Si bien una persona puede convertirse en excursionista de manera casual y espontánea, al tomar la decisión de realizar un viaje como el planteado en el párrafo anterior, hay quienes se especializan en el excursionismo. Para ellos, se trata de un estilo de vida y por esta razón se preparan adecuadamente para que sus experiencias sean tan enriquecedoras como sea posible.
En el año 1930, una organización estadounidense conocida con el nombre de The Mountaineers creó una lista de diez recursos que consideraban indispensables para cualquier excursionista. Siete décadas más tarde, más precisamente en 2003, la lista se actualizó para adaptarse a los muchos avances tecnológicos que habían tenido lugar en casi un siglo.
A continuación veremos algunos de dichos recursos indispensables:
* equipo de navegación: al día de hoy es raro no contar con un teléfono móvil, y en él encontramos varias aplicaciones que nos permiten aprovechar su GPS, gracias al cual podemos llegar a casi cualquier destino incluso sin haber pisado antes la región a la que pertenezca. También son útiles los mapas, las brújulas y las guías, ya sean digitales o físicas;
* protección solar: no debemos menospreciar los efectos negativos del sol, por necesario que sea para la vida. Contar con ropa y accesorios para evitar la insolación y aplicarnos cremas para cuidar nuestra piel son dos buenos consejos para cualquier excursionista durante los meses de más calor;
* aislamiento térmico: similar al punto anterior, aunque en este caso también debemos contemplar las épocas de frío. Nuestro cuerpo no está preparado para soportar las temperaturas extremas, y por eso debemos protegerlo;
* iluminación: dado que no contamos con visión nocturna, a diferencia de muchos animales, necesitamos accesorios que nos brinden luz artificial para movernos por las noches y en sitios demasiado oscuros;
* kit de primeros auxilios: un excursionista se expone a diversos riesgos, y debe estar preparado para curar sus heridas;
* fuego: contra el frío y la oscuridad, no hay nada mejor que este elemento. Además, no olvidemos que nos sirve para cocer los alimentos.
El Club Atlético Excursionistas, por último, es una institución social y deportiva cuya sede se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Fue fundado en 1910 y dispone de un estadio de fútbol para más de 7.000 espectadores, entre otras infraestructuras.