Definición de exceso

La etimología de exceso nos remite al vocablo latino excessus. El término tiene varios usos de acuerdo al contexto.

Se llama exceso a la parte o el porcentaje que supera un límite o una medida, y a aquello que trasciende la barrera de lo permitido, lo ordinario o lo recomendado. Por ejemplo: “Una vez que el molde esté enharinado, debemos quitar el exceso de harina antes de continuar con el vertido de la mezcla”, “El médico me dijo que tengo que eliminar el exceso de peso ya que podría generarme diversos problemas de salud”, “Me dieron una multa por conducir con exceso de velocidad”.

El consumo en exceso de determinadas sustancias (como bebidas alcohólicas, marihuana y otras drogas) es perjudicial para la salud. Por eso suele hablarse genéricamente de los peligros de los excesos: “El muchacho tenía una carrera promisoria, pero se entregó a los excesos”, “Los excesos dañaron su organismo”, “Mis padres siempre me advirtieron sobre los riesgos de los excesos”.

Claro que el concepto de exceso también se puede aplicar a productos que no sean nocivos de por sí, como ocurre con la comida. Si bien nadie aconseja evitar el exceso de los productos más nutritivos y bajos en componentes perjudiciales, es cierto que la alimentación debería basarse en el equilibrio, y por eso también es necesario o recomendable ingerir determinados productos para mantenernos sanos.

Con respecto a ciertas actividades cotidianas, también podemos hablar de los perjuicios que se desprenden del exceso, aunque en algunos casos dependen de factores independientes; por ejemplo, no podemos decir que pasarse todo el día frente a un ordenador sea necesariamente negativo, o que genere los mismos problemas a todos los individuos, ya que cada uno tiene un grado de tolerancia diferente, así como razones diferentes que lo impulsan a hacerlo. Siendo más específicos, no es lo mismo estar doce horas trabajando en un proyecto de programación que mirando vídeos ajenos en las redes sociales, incluso con la misma postura, problemas de visión y hábitos alimentarios, ya que la vocación reduce el impacto negativo.

En cualquier caso, el concepto de exceso siempre acarrea un cierto matiz negativo, ya que se trata de un porcentaje que no debería existir, que no se contempla en las reglas o en las expectativas iniciales, y por eso genera resultados insatisfactorios. Al cocinar, por ejemplo, el exceso de ciertos ingredientes puede arruinar la comida, algo que ocurre con la sal o la pimienta pero no siempre con los alimentos cuyo sabor no sean tan intensos.

En el terreno de la economía, el exceso de oferta o sobreproducción alude a lo que ocurre en un mercado cuando la cantidad ofrecida de un bien supera la cantidad demandada del mismo. En un sentido similar pero opuesto, el exceso de demanda o escasez se produce si la cantidad demandada es mayor a la cantidad ofrecida.

El exceso de equipaje, por otra parte, es el peso trasladado por un pasajero que supera el permitido por una línea aérea. Las compañías autorizan llevar hasta un cierto peso: si las maletas (valijas) pesan más, el exceso es facturado y el viajero debe pagar un monto adicional.

A pesar de que la normativa de cada empresa respecto al exceso de equipaje se encuentre detallada en sus documentos públicos, siendo sus páginas de Internet las más fáciles de consultar, todos los días miles de personas se sorprenden ante tal límite o bien fingen sorpresa para intentar llevar más pertenencias sin ningún coste adicional. El gran problema detrás de esta regla es que para muchos resulta arbitraria, ya que cada pasajero evalúa de forma diferente la importancia de sus bienes.

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