Definición de exantema
El vocablo griego exánthēma, que puede traducirse como “eflorescencia”, llegó al latín tardío como exanthēma, que en nuestro idioma derivó en exantema. El término se emplea en el terreno de la medicina para nombrar a un tipo de erupción cutánea.
El exantema suele aparecer junto a un calentamiento de la piel. Esta erupción de tonalidad rojiza, al ser presionada con un dedo, desaparece de manera momentánea. Enfermedades como la varicela y el sarampión se caracterizan por el exantema.
Los exantemas, por lo tanto, son signos clínicos de ciertas enfermedades. Su cantidad y su distribución en el cuerpo varían según cada caso. La erupción suele aparecer por una infección o por una reacción alérgica.
Los exantemas máculo-papulosos son los más habituales. Se componen de pápulas (lesiones con una elevación) y máculas (lesiones que son planas) que pueden tener diversas formas. Los exantemas purpúricos (con equimosis, petequias y hematomas) y los exantemas vesiculares (con ampollas y vesículas) son otras clases de exantemas.
La varicela, por ejemplo, es provocada por el virus varicela-zóster. Esta enfermedad cuenta con un periodo de latencia de entre dos y tres semanas antes de manifestarse con un cuadro similar al gripal. Su desarrollo continúa con el exantema, cuyas pápulas se convierten en vesículas y más tarde en costras. Dichas lesiones pueden llegar a provocar cicatrices permanentes según su evolución y las heridas que se autogenera el paciente si se rasca.
En cuanto al sarampión, esta enfermedad viral tiene una incubación de entre cuatro y doce días. Después aparece el exantema con una erupción generalizada en todo el cuerpo.
Exantema súbito
Se conoce como exantema súbito, sexta enfermedad o roseola infantil a una enfermedad que surge a causa de un virus en niños de entre 4 meses y 2 años de edad, aunque puede presentarse a otras edades. Los medios de transmisión son la saliva y la sangre. En la piel se aprecian lesiones con forma de puntos de color rosa o rojo que se vuelven blancos al ser presionados. En un principio, aparecen en el tronco y el cuello, pero luego se extienden a las extremidades y el rostro.
A pesar de ciertas similitudes en los síntomas, el exantema súbito no debe confundirse con la escarlatina, el sarampión y la rubeola, otras tres enfermedades exantemáticas. En los casos de hipersensibilidad a fármacos puede tener lugar una reacción similar.
Con respecto a la causa más común, ésta suele ser el virus herpes humano 6, pero también puede aparecer como resultado del 7. Dentro del 6 se reconocen dos tipos: el A y el B, siendo este último el que acompaña el 99% de los casos de exantema súbito. Esta enfermedad tiene un período de incubación que va desde los 5 a los 15 días y, por lo general, el reservorio del virus que la causa es una persona adulta que haya estado en contacto con él.
Es común que los pacientes de exantema súbito atraviesen una fiebre alta que aparezca sin causa aparente, y que les dure entre dos y tres días. Es recién cuando recuperan la temperatura corporal normal que se advierten los pequeños granos rosados, los cuales poco a poco cubren una mayor superficie de la piel. La erupción en sí misma no suele superar los dos días.
Si bien no suele ocurrir, es posible que de esta infección surjan ciertas complicaciones. La más común es un cuadro de convulsiones febriles que se presenta en la fase anterior a la aparición del exantema. Cabe mencionar que las convulsiones no suelen ser graves y que en algunos pacientes se dan como resultado directo de una afectación del sistema nervioso central. En personas que tienen comprometido su sistema inmune, por otra parte, es normal que surjan casos de hepatitis y encefalitis.