Definición de evento
El término evento proviene del latín eventus y, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), tiene tres grandes usos. En varios países latinoamericanos, un evento es un suceso de importancia que se encuentra programado. Dicho acontecimiento puede ser social, artístico o deportivo.
Por ejemplo: “El evento de esta noche enfrentará a los dos mejores equipos del torneo”, “El próximo mes se celebrarán tres eventos en la Facultad de Derecho”, “El concierto de los Rolling Stones ha sido el evento más popular del año”, “Ya no quedan entradas para el evento de poesía del viernes”.
Un concierto puede considerarse como un evento artístico.
Evento: inesperado o planificado
Este uso del concepto se contradice, en cierta forma, con la acepción de evento que hace referencia a algo imprevisto o que puede acaecer aunque no exista seguridad al respecto. Una eventualidad es algo que escapa los límites de lo planificado; un evento como los mencionados anteriormente, en cambio, debe ser programado con antelación.
El tercer uso del término engloba ambos significados: un evento es un acaecimiento, una cosa que sucede. Desde esta perspectiva, el evento puede ser planificado (“Tiene que estar todo listo para el evento de mañana”) o aparecer de manera imprevista (“Me surgió un evento y no pude asistir a la reunión”).
Según el contexto, un evento puede ser una actividad programada o un suceso imprevisto.
Un fenómeno observable
Para la ciencia, un evento es un fenómeno (un hecho observable en un momento dado) o un acontecimiento que ocurre en una posición y momento determinados (por lo tanto, puede especificarse como un punto en el espacio-tiempo).
En las matemáticas, se conoce como evento estadístico al subconjunto de un espacio muestral. Se trata de los posibles resultados que pueden obtenerse de un experimento aleatorio.
Evento en informática
Para la informática, un evento es una acción que es detectada por un programa; éste, a su vez, puede hacer uso del mismo o ignorarlo. Por lo general, una aplicación cuenta con uno o más hilos de ejecución dedicados a atender los distintos eventos que se le presenten. Entre las fuentes más comunes de eventos se encuentran las acciones del usuario con el teclado o el ratón. Cabe mencionar que cualquier programa tiene el poder de disparar sus propios eventos, como puede ser comunicar al sistema que ha completado una función en particular.
Se denomina programa dirigido por eventos a aquél que cambia su comportamiento en respuesta a los eventos que tengan lugar durante su ejecución. Estos se utilizan generalmente cuando existe una serie de actividades externas al ordenador que deben ser registradas, las cuales se realizan de manera asíncrona a la vida de la aplicación. El evento es, en primer lugar, detectado por el sistema; el programa en cuestión lo recibirá recién cuando esté listo, y luego se encargará de analizarlo y ver si tiene alguna utilidad para él.
El concepto en los videojuegos
En los videojuegos, existe una serie de acciones que tienen lugar independientemente de la intervención del jugador, que se combinan con los eventos disparados por este último para completar la experiencia. En el mítico Tetris, por ejemplo, las piezas caen por el centro del espacio de juego hasta que el usuario presiona alguna de las teclas direccionales para cambiar su rumbo. Además, es posible rotarlas, dependiendo de la versión, en una u otra dirección. En pocas palabras, el flujo del juego no depende de los eventos, pero éstos afectan el resultado.
Con respecto al diseño del código de un programa que acepta eventos, es importante tener en cuenta que no siempre será posible reaccionar frente al evento en el momento exacto de su aparición; por esta razón, puede registrarlo y decidir si se utilizará más adelante. Un ejemplo, nuevamente en el ámbito de los juegos: el personaje principal está cayendo desde una plataforma y el jugador presiona el botón de salto; los desarrolladores pueden decidir guardar este dato para hacer que el héroe salte una vez que toque el suelo, o bien descartar el evento por falta de coherencia con la situación.