Definición de espiritualidad
Antes de entrar a determinar el significado del término espiritualidad, es fundamental dejar claro el origen etimológico del mismo. En concreto, podemos saber que emana del latín, y más exactamente es fruto de la suma de estos tres componentes latinos:
• El sustantivo “spiritus”, que puede traducirse como “alma”.
• La partícula “-alis”, que se usa para expresar “relativo a”.
• El sufijo “-dad”, que es equivalente a “cualidad”.
La espiritualidad está vinculada a entidades y cuestiones no corpóreas.
Qué es la espiritualidad
Espiritualidad es la condición y naturaleza de espiritual. Este adjetivo (espiritual) refiere a lo perteneciente o relativo al espíritu. La noción de espíritu, por su parte, está vinculada a una entidad no corpórea, al alma racional, a la virtud que alienta al cuerpo para obrar o al don sobrenatural que Dios concede a ciertas criaturas.
Por ejemplo: “La espiritualidad es algo muy importante en mi vida”, “La vida moderna suele descuidar la espiritualidad, pero debemos recordar que no podemos vivir sólo pensando en las necesidades físicas y materiales”, “No conocí a otra persona de espiritualidad tan rica como la Madre Mabel”.
La espiritualidad encuentra espacio en la religión.
Vínculo con la divinidad
El concepto de espiritualidad, por lo tanto, puede referirse al vínculo entre el ser humano y Dios o una divinidad. La religión suele ser el nexo que permite desarrollar esta relación. Puede decirse que los sacerdotes, los pastores y diversos gurúes, por lo tanto, hablan de espiritualidad cuando tratan asuntos religiosos.
Además de todo ello tendríamos que subrayar que, de manera muy frecuente, se recurre a hablar de lo que se ha dado en llamar Espiritualidad del Camino de Santiago. Y es que se considera que este peregrinaje, que se realiza con el claro objetivo de llegar a Santiago de Compostela y ponerse a los pies del apóstol Santiago, permite que muchas personas que lo realizan no sólo se analicen a sí mismas y se conozcan mejor sino también que estrechen vínculos con Dios.
En concreto, se considera que ese camino es una manera de adquirir nuevos valores y de mejorar en aspectos tales como el silencio, el ser más reflexivo, el aprender a vivir con poco, la sociabilidad o la necesidad de escuchar y de ayudar al prójimo en todo aquello que necesite.
No hace falta, de todas formas, adherir a una religión determinada o seguir a una institución religiosa (como la Iglesia católica) para desarrollar la espiritualidad. El vínculo entre el hombre y Dios puede ser personal e íntimo, sin manifestaciones exteriores ni rituales: “No creo en un Dios único y Todopoderoso, sino que baso mi espiritualidad en el convencimiento sobre la existencia de energías de otras dimensiones que influyen en la Tierra”. Precisamente en relación con ese ámbito religioso, se encuentra una plataforma que se ha puesto en marcha en Internet y que recibe el nombre de “Espiritualidad digital”. En dicha web cada día se ofrece una homilía diferente y se pueden conocer algunas de las mejores obras literarias existentes sobre la materia. En la filosofía, en tanto, la idea de espiritualidad se entiende a partir de la oposición entre materia y espíritu. Puede asociarse la espiritualidad a una búsqueda del sentido de la vida que trasciende lo mundano.