Definición de espejo
El concepto de espejo, que procede del término latino specŭlum, alude a una superficie que refleja aquello que tiene delante. Por lo general se trata de una tabla de cristal que se enmarca y se cuelga de una pared.
Se denomina reflexión al cambio de la dirección de una onda, producido cuando, al toparse con una superficie que separa dos medios cambiantes, regresa a su lugar de origen. En el caso del espejo tradicional (plano), la luz que se refleja en la superficie converge en un punto del espacio y se forma la imagen que es “devuelta”. Esta imagen virtual tiene la misma forma y el mismo tamaño del objeto real, aunque está invertida respecto al eje normal.
Los espejos suelen colocarse en los cuartos de baño y en los dormitorios de las viviendas. De esta forma, las personas pueden arreglarse: peinarse, maquillarse, etc. En las tiendas de ropa, los espejos posibilitan que los clientes observen cómo les quedan las prendas que se prueban.
Estos elementos, por otra parte, son útiles para tener visión de lugares que, de otro modo, resultarían inaccesibles a los ojos debido a su ubicación. Los automóviles, por ejemplo, cuentan con espejos retrovisores para que el conductor pueda ver qué pasa a sus espaldas (es decir, detrás de su propio vehículo). En muchos locales, por otra parte, se instalan espejos que permiten a quien se encuentra detrás de un mostrador ver distintos sectores del comercio.
Un ejemplo similar se da en las peluquerías, donde a menudo es necesario el uso de dos o más espejos para que el cliente vea la parte trasera de su cabeza y pueda apreciar el trabajo del peluquero. Tras un corte de cabello que involucra esta zona, lo normal es que el profesional tome un pequeño espejo, lo coloque detrás del cliente y lo apunte al que se encuentra frente a él, para que pueda ver su propia nuca.
En definitiva, el espejo es un invento muy útil y versátil, ya que nos permite arreglarnos antes de salir a pasear, verificar la precisión de un trabajo que estemos realizando o incluso protegernos de potenciales colisiones mientras conducimos. Pero también puede formar parte de una obsesión, para aquellas personas que tienen trastornos relacionados con su aspecto.
Los problemas para aceptar el propio cuerpo son muchos y de variada intensidad: desde la preocupación por mantener la figura que acarrea una alimentación muy estricta hasta el trastorno dismórfico corporal (que lleva al individuo a percibir su propia imagen de manera muy distorsionada y a sufrir depresión), tener un espejo a mano a veces puede ser perjudicial. En estos casos, resulta fundamental contar con alguien que acompañe al paciente para ayudarlo a enfrentar sus crisis, aunque muchos de ellos ocurren precisamente por la falta de un referente sano.
Más allá de la utilidad cotidiana de los espejos y de la explicación física de su funcionamiento, los espejos son objetos que se vinculan a supersticiones y mitos. Se dice que los vampiros no se reflejan en los espejos ya que la imagen reflejada es la imagen del alma, y estos seres carecen de ella. Distintas leyendas y obras literarias, en tanto, toman a los espejos como puertas a otros mundos o ventanas hacia el universo de los espíritus.
También se puede usar este término para hacer referencia a la capacidad de una superficie cualquiera de reflejar las imágenes proyectadas en ella, ya sea de forma total o parcial. Por ejemplo, si luego de limpiar y lustrar una mesa de mármol ésta queda impecable, alguien puede decir que «parece un espejo», aunque no crea realmente eso sino que lo diga para felicitar a quien la ha dejado en esas condiciones.