Definición de escaleta

El término escaleta es el diminutivo de escala. La primera acepción mencionada por la Real Academia Española (RAE) alude a un dispositivo formado por un tablón, un par de maderos y un perno, utilizado para lograr la suspensión del eje de un vehículo y así dar vuelta sus ruedas para repararlas, limpiarlas o reemplazarlas.

Esquema de obra escrita

El uso más habitual del concepto, de todos modos, refiere al esquema que se desarrolla a modo de preparación de un guión televisivo o cinematográfico, de un relato o de una novela.

La escaleta es el esqueleto fundamental de la trama


Suele decirse que, a la hora de crear una obra, la escaleta se ubica entre la sinopsis y el texto ya terminado. La sinopsis resume, en un sentido amplio, la idea que se desarrollará, mientras que la escaleta organiza la información y permite estructurarla. Por lo tanto, el primer paso es escribir la sinopsis, luego la escaleta y finalmente el trabajo tal y como se usará en el proyecto.

La escaleta no siempre aparece en la labor de los cuentistas y los novelistas. En cambio, para los guionistas de TV o cine, se trata de una herramienta fundamental ya que las necesidades de organización son mayores. De hecho, un guión suele involucrar a más de una persona, con lo cual los datos deben estar claros y resultar accesibles para todos los participantes del proyecto.

La creación de la escaleta, en definitiva, depende de los hábitos del autor y de las necesidades de la obra. Mientras que un cuento infantil es probable que pueda desarrollarse sin la instancia de la escaleta, una novela histórica sí demanda este esquema para minimizar los posibles errores.

El primer paso: poner orden

Cada persona o grupo llega a la instancia en la que comenzará a escribir la escaleta de forma diferente: hay quienes solamente han definido la trama, otros que han desarrollado la sinopsis argumental o incluso es posible no tener más que ciertas escenas en la mente. El primer paso consiste en ordenar todo el contenido que hayamos ideado o plasmado para obtener una estructura clara de la historia, desde su comienzo hasta su desenlace.

En este punto del proceso de escritura es necesario dar respuesta a las preguntas fundamentales, como ser dónde y cuándo se ambienta la historia y quiénes son los protagonistas y los antagonistas. Una vez que tenemos esto, podemos comenzar a construir la escaleta sin miedo a pasar por alto algún dato esencial.

Creación de la escaleta

Otra forma de entender la escaleta es como un esquema de todos los «pasos» que tiene la historia, de los puntos principales que se pueden apreciar en la progresión dramática. Es importante mencionar que esto no debe coincidir con otras divisiones convencionales, como ser los actos o las escenas, algo que por lo general se piensa más adelante.

Partimos de ideas desordenadas y las ordenamos en la escaleta


Por el momento, es suficiente con poner en papel cada acción de la trama ubicada en sus respectivos tiempo y espacio. También en este punto se suelen trazar las relaciones de causa-consecuencia, que le dan consistencia a la historia y la vuelven creíble para el público. El grado de claridad de este documento debe ser tal que cualquier lector pueda comprenderlo.

Este esquema de pasos debemos revisarlo para cambiar alguno de lugar, agregar cualquier cosa que hayamos olvidado o quitar lo que esté de más, entre otras posibles modificaciones. Una vez que estemos conformes, podemos proceder a pensar en las escenas, dentro de las cuales suele haber varios pasos, aunque también puede ocurrir que uno solo se cuente en más de una escena. El último repaso debe controlar la intervención de los personajes, la sucesión de los hechos en el tiempo y los giros de la trama, entre otros aspectos importantes.

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