Definición de enseñanza
La enseñanza es la acción y efecto de enseñar (instruir, adoctrinar y amaestrar con reglas o preceptos). Se trata del sistema y método de dar instrucción, formado por el conjunto de conocimientos, principios e ideas que se enseñan a alguien.
La enseñanza implica la interacción de tres elementos: el profesor, docente o maestro; el alumno o estudiante; y el objeto de conocimiento. La tradición enciclopedista supone que el profesor es la fuente del conocimiento y el alumno, un simple receptor ilimitado del mismo. Bajo esta concepción, el proceso de enseñanza es la transmisión de conocimientos del docente hacia el estudiante, a través de diversos medios y técnicas.
La enseñanza suele implicar la transmisión de conocimientos de una persona a otra.
Sin embargo, para las corrientes actuales como la cognitiva, el docente es un facilitador del conocimiento, actúa como nexo entre éste y el estudiante por medio de un proceso de interacción. Por lo tanto, el alumno se compromete con su aprendizaje y toma la iniciativa en la búsqueda del saber.
Cómo se lleva a cabo el proceso de enseñanza
La enseñanza como transmisión de conocimientos se basa en la percepción, principalmente a través de la oratoria y la escritura. La exposición del docente, el apoyo en textos y las técnicas de participación y debate entre los estudiantes son algunas de las formas en que se concreta el proceso de enseñanza.
Con el avance científico, la enseñanza ha incorporado las nuevas tecnologías y hace uso de otros canales para transmitir el conocimiento, como el video e Internet. La tecnología también ha potenciado el aprendizaje a distancia y la interacción más allá del hecho de compartir un mismo espacio físico.
La enseñanza también es clave en los animales.
La importancia del canal
Todo esto suma un elemento también fundamental a los pilares de la enseñanza: el canal. Si tomamos como punto de referencia la educación escolarizada de mediados o finales del siglo XX, los libros y el propio aire eran los canales principales por los cuales el alumno recibía los conocimientos, tanto escritos como orales. La necesidad de estar presente en el mismo espacio físico que el maestro imponía ciertos límites que volvían imposible la experiencia si la distancia geográfica entre ambos era excesiva.
La llegada de la videollamada, por otro lado, lo cambió todo. No sólo nos permite mantenernos en contacto con nuestros seres queridos durante un viaje sino que anula completamente la necesidad de estar en el mismo sitio geográfico para casi cualquier actividad, incluyendo por supuesto la enseñanza. A lo largo de los años, la cantidad de tareas y la agilidad de las lecciones en línea ha avanzado considerablemente desde sus inicios, rompiendo cada vez más las barreras entre éstas y las presenciales.
Por lo tanto, la combinación de los avances en áreas tales como la psicopedagogía, la informática y las telecomunicaciones abrieron las puertas a nuevos métodos de enseñanza, que minimizan la distinción jerárquica propia del pasado y maximizan la importancia de las herramientas, tanto para el docente como para el alumno. Internet no sólo le permite al estudiante recibir tutorías de personas de todo el mundo, sino también conectarse con otros estudiantes para compartir experiencias o para ampliar las explicaciones académicas que no haya entendido del todo en clase.
La enseñanza en la actualidad
De este modo, la enseñanza ya no es una tarea exclusiva del maestro sino también de cualquier persona que desee ayudar a los demás a adentrarse en un campo del conocimiento. Este giro que ha dado la educación en las últimas décadas nos puede parecer moderno o imposible en una sociedad antigua, pero en realidad nos recuerda que la transmisión de los conocimientos es una actividad natural y obligatoria para la preservación de la especie.
Hoy en día, por lo tanto, todos se involucran en el proceso en un grado similar a de los primeros seres humanos, que aún no se habían repartido el poder entre unos pocos.