Definición de empero
Para poder conseguir descubrir el significado del término empero, se hace imprescindible, en primer lugar, conocer su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que deriva del latín, en concreto emana de la expresión “per hoc”, que puede traducirse como “por lo tanto”.
La noción de empero se emplea de dos formas: como conjunción adversativa y como adverbio culto. De todas formas, no se trata de una palabra de uso frecuente en la actualidad.
Para comprender a qué se refiere el concepto, primero hay que entender su función. Una conjunción es una palabra invariable que expresa vínculos de subordinación o coordinación entre términos o expresiones. En el caso de las conjunciones coordinantes, como su nombre lo indica, relacionan elementos a través de coordinación.
Decíamos líneas arriba que empero puede usarse como conjunción adversativa. Las conjunciones adversativas son conjunciones coordinantes que enlazan elementos con significados que resultan opuestos a nivel discursivo. Empero, en este marco, es sinónimo de pero.
Entre los sinónimos de empero están desde “pero” hasta “a pesar de” pasando por “no obstante” o incluso por “sin embargo”.
Veamos cómo actúa empero como conjunción adversativa a través de un ejemplo: “Soy joven, empero no impulsivo”. Como se puede advertir, empero vincula dos unidades sintácticas que son opuestas (la juventud y el hecho de no ser impulsivo pueden considerarse como elementos contradictorios, ya que se cree que los jóvenes son impulsivos). La frase “Soy joven, pero no impulsivo” tiene el mismo significado.
Un adverbio, por otra parte, es una palabra con significado léxico que modifica una expresión, un adjetivo, un verbo u otra clase de término. Aquí empero es sinónimo de sin embargo, refiriéndose a algo que no es impedimento: “La vida me puso frente a grandes dificultades, empero siempre salí adelante con esfuerzo y sacrificio” (las “grandes dificultades”, en este caso, no son impedimento para “salir adelante” gracias al “esfuerzo y sacrificio”). De forma equivalente podría haberse dicho: “La vida me puso frente a grandes dificultades, sin embargo siempre salí adelante con esfuerzo y sacrificio”.
Además de todo lo indicado, podemos destacar que, en la actualidad, la palabra empero se encuentra considerada un arcaísmo, es decir, no se usa de manera habitual en absoluto. Tanto es así que se sustituye por alguno de los sinónimos que ya tiene y que hemos expuesto de forma previa. Por tanto, es complicado encontrar un texto hoy que utilice el término que nos ocupa, aunque sí lo podemos hallar en obras clásicas de siglos pasados.
Buena muestra de eso último está en “Don Quijote de la Mancha” (1605). Así, en esta novela encontramos frases que usan el vocablo empero que ahora nos ocupa. Este sería el caso del siguiente: “Eso me basta a mí, respondió Don Quijote, para que crea vuestro engaño: empero para sacaros dél de todo punto vengan nuestros caballos, que en menos tiempo que el que tardáredes en alzaros la visera, si Dios, si mi señora, y mi brazo me valen, veré yo vuestro rostro y vos veréis que no soy yo el vencido Don Quijote que pensáis».