Definición de educación formal
Para poder conocer el significado del término educación formal se hace necesario que, en primer lugar, procedamos a descubrir el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Educación, en primer lugar, procede del latín, exactamente de “educatio”. Este término, que significa “educación” o “crianza” es fruto de la suma de varios componentes de dicha lengua: el prefijo “ex-”, que puede traducirse como “hacia fuera”; el verbo “ducere”, que es sinónimo de “guiar”, y el sufijo “-tio”, que se usa para indicar “acción y efecto”.
-Formal, en segundo lugar, también emana del latín. En su caso deriva de “formalis”, que significa “relativo a la forma”. Es el resultado de la unión de dos componentes: el sustantivo “forma”, que es sinónimo de “imagen” o “figura”, y el sufijo “-al”, que puede traducirse como “relativo a”.
La educación es el proceso que se lleva a cabo con la finalidad de instruir y capacitar a una persona. Por lo general implica la participación de un educador (docente, instructor, guía, etc.) que enseña determinados contenidos al estudiante o alumno para que éste los aprenda.
Formal, por su parte, es aquello que cuenta con formalidad: es decir, con un modo de desarrollo o ejecución que se ajusta a determinados requisitos o parámetros.
La idea de educación formal alude al proceso integral que comienza con la educación inicial o educación primaria, pasa por la educación secundaria y llega hasta la educación superior. Esta instrucción se desarrolla de forma sistemática y permite acceder a distintos títulos oficiales (reconocidos por el Estado).
Este tipo de educación respeta un programa donde se establecen los objetivos educativos. Habitualmente se estipula cierta carga horaria que los alumnos deben cursar para estar en condiciones de rendir los exámenes correspondientes. Al aprobar las evaluaciones finales, los estudiantes avanzan de curso o consiguen el título.
Puede decirse que la educación formal es aquella impartida en establecimientos aprobados por las autoridades estatales y organizada en ciclos lectivos regulares. Los currículos son progresivos y llevan a grados sucesivos hasta llegar a la graduación o titulación.
La educación no formal, en cambio, no está atada a normas ni planificaciones. Por lo general ofrece mayor libertad al estudiante y no entrega títulos, o concede diplomas que no son oficializados por el Estado. Esto, de todos modos, no supone necesariamente que la educación informal tiene una calidad inferior a la educación formal.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que luego está lo que se conoce como educación informal. Esta es la que consiste en el aprendizaje que se obtiene llevando a cabo actividades de lo que es el día a día relacionadas con la familia, los amigos o incluso el trabajo. Por regla general, no es una educación intencionada, no tiene ningún tipo de estructuración ni tampoco unos objetivos marcados y, por supuesto, no permite obtener ninguna clase de certificación. Asimismo tampoco se sustenta en unas herramientas concretas ni cuenta con una duración determinada.