Definición de edema
El vocablo griego oídēma llegó al latín científico como oedema, que derivó en nuestra lengua en edema. El término se emplea en el ámbito de la medicina para referirse a la inflamación que provoca la presencia de un fluido en el tejido celular.
El edema es una hinchazón flácida: al ejercer presión sobre ella, cede. El concepto se asocia a la hidropesía, que es la acumulación o la dispersión de líquido seroso.
Considerado como un signo clínico, el edema puede generarse por múltiples motivos: un incremento de la permeabilidad de las paredes de los vasos, un aumento de la presión hidrostática, una alteración en la retención de líquidos de los tejidos y una caída de la presión osmótica sanguínea son posibles razones de su aparición.
El edema puede ser localizado o generalizado, y presentarse caliente o frío. Una vez aparecido, requiere de supervisión frecuente por parte de un profesional médico, quien debe indicar los pasos a seguir.
Existen múltiples tipos de edema. Un edema pulmonar, por ejemplo, se produce cuando hay una acumulación atípica de fluidos en los pulmones, que se hinchan y generan complicaciones respiratorias.
Por lo general el edema pulmonar se produce por una insuficiencia cardíaca. La presión que registran las arterias que llegan a los pulmones se incrementa ante el mal funcionamiento del corazón, provocando la irrupción de líquido en los alvéolos. Esto, a su vez, hace que el oxígeno no pueda circular de manera normal por los pulmones.
Cuando hablamos de un edema que aparece en piernas, tobillos o pies hay que tener en cuenta que muchas pueden ser las causas que lo provocan. No obstante, entre las más significativas están permanecer mucho tiempo de pie o estar mucho tiempo sentado cuando hace calor, tener sobrepeso, abusar del consumo de sal, sufrir quemaduras solares, una enfermedad en los riñones, estar esperando un bebé…
No obstante, también puede aparecer el edema por la toma de ciertos medicamentos para la presión arterial o incluso antiinflamatorios.
Para evitar la aparición de edemas en las piernas se hace necesario no pasar demasiado tiempo en la misma postura, reducir el consumo de sal en la dieta, realizar ejercicio físico que permita estimular lo que es el bombeo de las extremidades inferiores, dormir con las piernas un poco más elevadas y evitar prendas de vestir que sean demasiado ajustadas y que puedan ejercer una presión excesiva en aquellas. Asimismo, se establece que es necesario darse masajes diarios en las piernas y, a la hora de ducharse, alternar el agua fría con la caliente.
Es importante que el edema se trate de forma inmediata porque de no ser así puede traer consigo consecuencias adversas y complicaciones tan complicadas como cierta dificultad para poder caminar, riesgo de infección en la zona que está afectada por la hinchazón, menor circulación sanguínea en esa zona e incluso una menor elasticidad tanto en las venas como en las arterias e incluso en los músculos.
Otros edemas que pueden producirse en el ser humano son el edema cerebral (que tiene lugar en el cerebro), el edema macular (ojo) y el angiodema (mucosas y piel).