Definición de diástole
El término diástole que ahora nos ocupa podemos establecer que tiene su origen etimológico en el griego. En concreto, procede de la palabra “diastolé”, que puede traducirse como “dilatación”.
El concepto se utiliza para aludir al movimiento realizado por el corazón cuando se relaja para que ingrese la sangre en su cavidad.
Es posible distinguir entre la diástole auricular (que permite la relajación de las aurículas) y la diástole ventricular (que relaja los ventrículos). Ambas componen la diástole cardíaca, conocida simplemente como diástole.
La secuencia de actividades que permite al corazón bombear la sangre se conoce como ciclo cardíaco. El proceso comienza con la sístole, que es la contracción del corazón para expulsar la sangre. Luego, con la diástole, la sangre ingresa al órgano.
Es importante tener en cuenta que la sangre eyectada del corazón en la sístole no regresa a las aurículas gracias al cierre de las válvulas bicúspide y tricúspide. Dicha sangre pasa a las arterias pulmonares, que la llevan al pulmón para su oxigenación. La sangre ya oxigenada, por su parte, entra al corazón a través de la aurícula izquierda gracias a la diástole y, después de pasar al ventrículo izquierdo, es enviada al resto del organismo mediante la arteria aorta.
A todo lo expuesto es interesante añadir el dato de que mientras que en un adulto la medida de la sesión diastólica es de 80 mmHg, milímetros de mercurio, en la sistólica el mismo es de 120 mmHg. En el caso de un niño, con una edad comprendida entre los 6 y los 9 años, la presión diastólica recomendable es de 65 mmHg y la sistólica es de 100 mmHg.
Otras diferencias entre la diástole y la sístole son las siguientes:
-En la diástole la presión arterial es baja y en la sístole es alta.
-Mientras que en la diástole los vasos sanguíneos están relajados, en la sístole se encuentran contraídos.
También se denomina diástole a una figura literaria cuya aplicación depende de las características de la lengua. En castellano, la diástole consiste en retrasar la acentuación de una sílaba pasándola a la siguiente, con la intención de lograr una determinada rima.
Un perfecto ejemplo de diástole es este fragmento de una obra del escritor Luis de Góngora que dice así:
“El conde, mi Señor, se va a Napoles
Y el Duque, mi Señor, se va a Francía
Majestades, merced, porque este día
Pesadumbre daré a unos caracoles”.
Eso sin pasar por alto que también la encontramos en canciones actuales como, por ejemplo, en la “Rosa de los Vientos” de la banda española de rock Mago de Oz.
Es importante saber también otros aspectos relacionados con esta diástole literaria como son los siguientes:
-También responde al nombre de éctasis.
-Se utilizaba de forma muy habitual en el latín.
La diástole, en este marco, forma parte del conjunto de las figuras de dicción, más precisamente del metaplasmo (que supone una modificación de la pronunciación o de la escritura de las palabras sin cambiar su significado).