Definición de dentadura
La noción de dentadura alude al conjunto de las piezas dentales que un ser humano o un animal tienen en su boca. En la dentadura es posible diferenciar entre varias clases de dientes, como los colmillos, las muelas, los incisivos y otras.
Por ejemplo: “Como consecuencia del accidente, el hombre perdió su dentadura”, “Me gustaría arreglarme la dentadura, pero no tengo dinero”, “Al bajar del avión, la actriz cautivó a todos con una sonrisa que dejó al descubierto su dentadura perfecta”.
La odontología es la especialidad médica dedicada al estudio de la dentadura. El profesional especializado en todo lo referente a los dientes recibe el nombre de odontólogo o dentista.
La dentadura cumple funciones muy importantes en la alimentación y en el habla. Una persona que tiene problemas en su dentadura, por lo tanto, puede sufrir inconvenientes a la hora de comer o al expresarse. Las enfermedades bucales, por otra parte, pueden repercutir en trastornos en otras partes del cuerpo o incluso generales.
Las condiciones de la dentadura también inciden en la socialización de hombres y mujeres. Quien carece de uno o de más dientes visibles puede sentirse cohibido por esta situación ya que la dentadura es una parte importante de la estética personal. Incluso es posible que intente no sonreír para ocultar sus problemas de dentadura.
Cabe destacar que los individuos que han perdido sus dientes pueden recurrir a las prótesis conocidas como dentaduras postizas, que permiten reemplazar las piezas faltantes. Gracias a estas dentaduras de resina, el sujeto puede volver a comer o a hablar casi con normalidad.
Consejos para cuidar la dentadura
El cuidado de la dentadura no es tan difícil si lo fusionamos con nuestro estilo de vida, ya que está íntimamente ligado a otros aspectos importantes de nuestra salud, entre los cuales se encuentra la alimentación. Por ejemplo, es sabido que el azúcar blanco puede perjudicar nuestra salud y nuestros dientes, por lo cual no conviene consumirlo en exceso.
Hay quienes prefieren eliminarlo por completo de la dieta, en parte porque para su asimilación es necesario el calcio, por lo cual su consumo nos quita un porcentaje de este mineral de los huesos y los dientes. Otra razón para abandonar por completo el azúcar blanco es que acidifica nuestro organismo, especialmente la boca, y eso nos puede producir trastornos en la dentadura. ¿Alternativas a este producto? La miel, el sirope de arce, el xilitol o el azúcar de coco.
La acidez es otro de los enemigos de la dentadura, ya que suben gases desde el estómago y cambian el pH de nuestra saliva. Para regularla debemos alimentarnos a base de semillas, frutos secos y vegetales frescos.
Un hábito clásico para cuidar los dientes es el uso de hilo dental como complemento del cepillado, para quitar los restos de alimentos que quedan atrapados cerca de las encías; si no nos tomamos esta costumbre, éstos se pudren y provocan infecciones y sarro, entre otras consecuencias.
De modo similar, lavarse los dientes no basta para cuidar la dentadura, sino que debemos escoger el dentífrico más adecuado, ya que los más baratos tienen sulfatos que van dañando la flora y el pH, volviendo nuestra boca vulnerable a diversos tipos de infecciones. Los dentífricos naturales con aceites esenciales son muy recomendados.
Usar enjuagues bucales puede ofrecernos ciertos beneficios, como un aliento fresco a lo largo de toda la noche y una lucha más o menos efectiva contra las bacterias, pero también algunas desventajas, como una acción nociva a causa de la presencia de componentes tales como el alcohol. Se recomienda elaborar un enjuague a base de aceites esenciales y agua.