Definición de democracia directa
Antes de entrar de lleno en el significado del término democracia directa tenemos que proceder a conocer el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Democracia deriva del griego, exactamente es fruto de la suma de dos componentes de dicha lengua: el sustantivo “demos”, que puede traducirse como “pueblo”; el sustantivo “kratos”, que es sinónimo de “gobierno”; y el sufijo “-ia”, que se usa para indicar “cualidad”.
-Directa, por otra parte, procede del latín, en su caso de “directus”, que significa “en línea recta”. Podemos exponer que es fruto de la unión del prefijo “di-”, que es equivalente a “divergencia múltiple”, y del adjetivo “rectu”, que significa “derecho”.
Se conoce como democracia a una forma de gobierno en la cual los ciudadanos ostentan el poder político. El ejercicio de dicho poder puede realizarse a través de representantes o directamente.
La democracia representativa, en este marco, es aquella que se ejerce mediante los representantes que surgen a partir de elecciones libres que se desarrollan de manera periódica. La democracia directa, en cambio, es ejercida por los ciudadanos sin la medicación de ningún delegado.
Los plebiscitos, los referéndum y las asambleas de vecinos son tres de los mecanismos que permiten el ejercicio de la democracia directa. De esta forma la gente elige a los funcionarios públicos y aprueba o deroga las leyes que regulan la organización de la sociedad.
Además de todo lo indicado, podemos subrayar el hecho de que la democracia directa que nos ocupa se sustenta, por tanto, en cuatro claves o pilares fundamentales como son las siguientes:
-La delegación revocable.
-La asamblea, que ejerce como sistema, medio y herramienta de la iniciativa popular.
-El juicio por jurado.
-El mandato imperativo.
Es interesante conocer que la primera vez que fue utilizada y experimentada la democracia directa que nos ocupa fue en la antigua democracia de Atenas, allá por el 508 a.C. Desde ese momento, aquella tuvo una vigencia y uso de unos dos siglos, durante los cuales el poder se encontraba en manos de una asamblea que se encontraba por lo que eran todos los ciudadanos del género masculino.
En el mundo moderno, el desarrollo de una democracia directa resulta muy difícil debido a la cantidad de población y a la complejidad de las sociedades. Sin embargo, la mayoría de las democracias representativas incorpora elementos de la democracia directa para permitir una participación más activa de las personas.
Supongamos que una república presidencialista, que cuenta con un presidente como jefe de Estado y cuya Constitución establece la existencia de tres poderes independientes (Poder Judicial, Poder Legislativo y Poder Ejecutivo), habilita la convocatoria a plebiscitos. En este contexto, el presidente decide consultar a los ciudadanos sobre la posibilidad de eliminar el servicio militar obligatorio. Así convoca a un plebiscito abierto a todo el padrón electoral, donde se pregunta: “¿Está de acuerdo con eliminar el servicio militar obligatorio?”. Las respuestas posibles son dos: “Sí” y “No”. Como el resultado de la votación arroja que el 79% de la población está a favor con dicha eliminación, el presidente decreta el fin del servicio militar de carácter obligatorio en su nación. La población, por lo tanto, pudo ejercer la democracia directa.