Definición de deletéreo
Deletéreo procede de un vocablo griego que puede traducirse como “destructor”. El término hace referencia a aquello venenoso o mortífero. Por ejemplo: “Los expertos afirman que es un insecto deletéreo para el ser humano debido a la toxicidad de su veneno”, “La aspiración de este tipo de sustancias produce un efecto deletéreo”, “Intentó conservar la calma, pero pronto comprendió que estaba ante una situación deletérea”.
Lo deletéreo, por lo tanto, es algo dañino, peligroso, nocivo o perjudicial. Entre sus antónimos se encuentran conceptos como inofensivo o inocuo: “La sustancia azul que está en ese recipiente es inocua; la sustancia verde, en cambio, es deletérea”, “Cuando lo vimos por primera vez, pensamos que se trataba de un reptil inocuo pero, tras analizar su mordida, comprendimos que era deletéreo”.
Los genes deletéreos o letales son aquellos que están sometidos a procesos de mutación o reorganización que les provocan alteraciones en la expresión fenotípica. Estos genes se presentan en diferentes alelos (secuencias de genes) que producen cambios en el individuo. El alelo deletéreo o letal es el que porta la secuencia genética que causa la muerte. El gen que, al mutar, puede producir un fenotipo letal se conoce como gen esencial.
Resulta interesante que existan genes que impiden la correcta reproducción de una especie. A continuación se exponen algunas de las posibles razones:
* no todos amenazan la eficacia biológica, ya que algunos de ellos comienzan sus efectos nocivos en las etapas posteriores al momento más propicio para la reproducción. Un claro ejemplo es el gen que provoca la enfermedad de Huntington (un trastorno neuropsiquiátrico que afecta a personas generalmente mayores de 40 años), ya que el límite de edad recomendado para la procreación humana ronda los 35 años;
* algunos son ventajosos cuando se cuenta con una sola copia, y por esa razón la selección natural no puede eliminarlos por completo. Tal es el caso del gen que produce la anemia drepanocítica, ya que cuando se tienen dos copias del mismo, aumenta la resistencia contra la malaria;
* la mutación puede mantenerlos presentes, aunque la selección natural intente eliminarlos poco a poco. La neurofibromatosis, por ejemplo, es una enfermedad de tipo genético que produce tumores en nuestro sistema nervioso, y el gen que la causa muta con frecuencia (probablemente en una célula sexual de cada 4 mil), por lo cual no es posible deshacerse de él completamente;
* si el gen no es dañino en un hábitat, tiende a aparecer con mayor frecuencia que donde produzca efectos claramente desfavorables. Retomando el ejemplo del gen que provoca la anemia drepanocítica, es lógico que se presente muy a menudo en habitantes de zonas con muchas probabilidades de contraer la malaria, dado que les resulta beneficioso. El problema comienza con la migración, que lleva genes deletéreos a todas partes del planeta;
* quizás la selección natural no ha completado su lucha contra ciertos genes. Una de las razones de dicha «lentitud» es que un gen puede resultar ventajoso para una población en un punto de la historia, pero convertirse en nocivo tiempo más tarde. Cuando el organismo ya no necesita de un gen para sobrevivir, no puede desecharlo inmediatamente, sino que la evolución busca la forma de eliminarlo a lo largo de las generaciones futuras.
La noción de deletéreo suele estar vinculada a un efecto o una consecuencia. Algo puede ser deletéreo cuando acarrea la posibilidad de producir un daño importante, la muerte o la destrucción. Las sustancias tóxicas, en ese sentido, son deletéreas, aunque con diferentes grados. A mayor toxicidad, más deletéreas son. La ciencia que estudia el efecto deletéreo de las sustancias sobre los seres vivos se conoce como toxicología.