Definición de cronolecto
Se conoce como lengua natural a la forma del lenguaje que, provista de una sintaxis y sujeta a diversos principios y reglas, se emplea para comunicarse. Estas lenguas naturales, que se componen de un sistema de signos, pueden tener variedades lingüísticas: formas particulares que se caracterizan por los rasgos que usa una cierta comunidad de hablantes.
Un cronolecto, en este marco, es una variedad lingüística cuya forma está dada por la edad de las personas. Esto quiere decir que, de acuerdo al grupo etario al que pertenece, un sujeto suele emplear vocablos y expresiones determinadas, que no son utilizados por los individuos de otros conjuntos etarios.
Un cronolecto es una variedad lingüística vinculada a la edad de los hablantes.
Ejemplo de cronolecto
Supongamos que un joven ingresa a un restaurante y comienza a insultar a los comensales. Un adolescente argentino, al hacer referencia a dicha situación, podría expresar: “El chabón entró re sacado y empezó a delirar a todos”. Un adulto de la misma nacionalidad, en cambio, puede comentar al respecto: “El muchacho entró muy alterado y empezó a agredir a todos”.
Si se comparan ambas declaraciones, se pueden advertir las diferencias del cronolecto: “chabón”, “re sacado” y “delirar” (como sinónimo de atacar verbalmente o burlar) son términos propios de los adolescentes, poco usados por los adultos.
Cambios con los años
Los cronolectos cambian con el correr de los años. La variedad lingüística usada por los niños del siglo XXI en México es diferente de aquella utilizada por los pequeños del mismo país en el siglo XIX, por citar un caso.
Por otra parte, al estar vinculados a una cierta edad, quien usa un determinado cronolecto no apelará a dicha variante lingüística durante toda la vida, sino que, con el tiempo, adoptará otro cronolecto. Esto nos lleva a reconocer tres tipos de cronolecto diferentes: el infantil, el juvenil y el adulto. Si bien esta estructura no es rígida, ya que podríamos reconocer al menos una clase más (la de la tercera edad) y dentro de cada una, subdivisiones, es posible aplicarla a la mayoría de las sociedades de habla hispana para estudiar las características de la lengua desde una óptica social.
Las onomatopeyas son frecuentes en el cronolecto infantil.
Cronolecto infantil
El cronolecto infantil es la variante lingüística que se relaciona con los cambios de palabras que suelen tener lugar entre los más pequeños. Algunos de los ejemplos más comunes a nivel internacional se dan cuando los niños usan onomatopeyas para referirse a los animales, como ser «mu» o «guau» para hablar de vacas o perros, respectivamente.
Entre las varias causas de su existencia, el cronolecto infantil aparece como resultado directo del escaso conocimiento lingüístico que suele tener el ser humano durante los primeros años de vida. Como en todos los casos, esto no se aplica al cien por ciento de los niños, ya que algunos desarrollan una destreza fuera de lo común en su infancia, especialmente los que reciben el estímulo adecuado por parte de su entorno.
El habla juvenil y de los adultos
Con respecto al cronolecto juvenil, podemos decir que se trata del más evidente en la sociedad, dado que domina los medios de comunicación. Este cronolecto tiene una relación cercana con el argot, una clase de jerga que comparten muchas personas. En la actualidad, dada la influencia de Internet a nivel global, el alcance de este cronolecto ya no se limita exclusivamente a una región sino que puede trascender las fronteras y ponerse de moda en otras partes del mundo.
Finalmente llega el cronolecto adulto, que suele estar asociado con la formalidad y un mayor grado de corrección en el uso del lenguaje, aunque no siempre es así. Muchas veces se fusiona el habla del adulto con la jerga de su profesión, razón por la cual suele ser fácil saber a qué se dedica alguien simplemente por la forma en la que se comunica.