Definición de corrosión
Antes de entrar de lleno en el significado del término corrosión, se hace necesario descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que deriva del latín, concretamente de “corrosio”, que es fruto de la unión de los siguientes componentes:
-El prefijo “con-”, que significa “todo” o “junto”.
-El adjetivo “rossum”, que puede traducirse como “roído”.
-El sufijo “-ion”, que es sinónimo de “acción y efecto”.
El concepto alude al acto y el resultado de corroer: destruir, arruinar, carcomer o desgastar algo de manera paulatina.
La idea de corrosión suele emplearse en el terreno de la química para nombrar al desgaste de un metal como consecuencia del accionar de un agente externo. La corrosión se produce por la interacción del metal con su entorno.
Al corroerse, el metal sufre un deterioro de sus propiedades químicas y físicas. Una reacción de reducción-oxidación (redox) puede provocar la corrosión de un elemento. En este proceso, un agente recibe electrones (se reduce) y otro cede electrones (se oxida).
Un metal que se encuentra al aire libre o bajo el agua se corroe. En el acero, por citar un caso, se forma una capa de color marrón que degrada el material hasta que se rompe o se quiebra.
La corrosión de los metales, por lo tanto, constituye un gran problema en distintos niveles. Cuando un metal se corroe, sufre una alteración de sus propiedades. Una estructura de hierro que experimenta la corrosión, por ejemplo, puede perder firmeza y volverse inestable o frágil. Un puente corroído, en este marco, supone un riesgo.
Es importante tener en cuenta que existen distintas clases de corrosión, que incluso pueden afectar a materiales que no son metálicos. Para interrumpir o retardar el proceso, es posible apelar a recubrimientos que actúan como inhibidores. El tipo de diseño también puede ayudar a minimizar la corrosión.
En concreto, podemos establecer que existen tres tipos fundamentales de corrosión:
-Corrosión galvánica, es la que tiene lugar cuando dos metales que son diferentes entran en contacto dentro de lo que es un medio, de tipo líquido.
-Corrosión general, que es la que se produce a través de reacciones electroquímicas o químicas.
-Corrosión localizada, que, como su propio nombre indica, es aquella que tiene lugar en determinadas partes de lo que es la estructura del metal. De la misma manera, hay que destacar que esa puede ser de tres clases a su vez: corrosión por hendidura, que es como consecuencia de que un líquido estancado; corrosión por picadura, que da lugar a pequeños agujeros en la citada estructura; y la corrosión filiforme. Esta última tiene lugar cuando el daño lo provoca agua que puede hallarse debajo de lo que son revestimientos.
Para evitar la corrosión hay que seguir recomendaciones tales como mantener las manos secas cuando se está trabajando en las estructuras metálicas e incluso emplear lo que son barreras contra la humedad cuando se proceden a almacenar las herramientas como pueden ser los humidificadores.