Definición de cautela

Hasta el latín hay que marcharse para poder encontrar el origen etimológico del término cautela. En concreto, podemos ver que procede de la palabra “cautela”, que se usaba para referirse a la persona que tiene cuidado y prudencia. Aquella, a su vez, es fruto de la suma de la raíz del verbo “caveo”, que puede traducirse como “tener cuidado”, y del sufijo “-la”.

La cautela es la precaución y el cuidado en el proceder. El término puede asociarse a la prudencia y la mesura. Por ejemplo: “El animal avanzó con cautela para evitar caerse”, “Con cautela, el adolescente abrió la puerta de casa intentando no despertar a sus padres”, “Le recomiendo conducir con cautela: la carretera está húmeda y resbaladiza”.

La cautela suele ser una reacción ante la detección de un riesgo. Una persona que camina llevando un balde con agua fría no lo hará de la misma forma que si llevara una olla con agua hirviendo: si se derrama el agua fría no tendrá grandes problemas, en cambio, si se derrama el agua hirviendo, puede quemarse gravemente. Lo más probable, por lo tanto, es que en el segundo caso camine con mayor cautela, prestando mucha atención para evitar tropezarse.

No hay que olvidarse tampoco de la existencia de una locución verbal que recurre al uso de la palabra que nos ocupa. En concreto, se trata de “absolver a alguien a cautela”. Se trata de una expresión que se utilizaba en referencia a los juicios eclesiásticos y con ella se expresaba que alguien había sido absuelto en el transcurso del mismo por existir dudas acerca de si había caído o no en la excomunión.

Dentro del ámbito del Derecho, concretamente en el campo del Derecho Civil, existe también el término contracautela. Esta es una palabra que se utiliza para referirse a aquella garantía que se exige, de forma procesal, a toda aquella persona que ha solicitado lo que es una medida de tipo precautoria, en relación a lo que serían los perjuicios o los daños resultantes de la citada medida.

Hay que establecer que esta mencionada garantía no será exigible en los casos en los que el solicitante fuera, por ejemplo, el Estado. Y es necesario tener en consideración que el sentido de la citada contracautela es que dentro del ámbito judicial exista un notable equilibrio entre las partes.

Es posible asociar la cautela, por otra parte, a la precaución para evitar ser descubierto. Supongamos que una madre prohíbe a su hijo comer unas galletas que guarda en un tarro sobre la alacena. El niño, cuando la madre se aleja de la cocina, decide tomar dicho tarro. Para eso se acercará con cautela, intentando no hacer ruido para no llamar la atención de su madre.

Puede decirse, a nivel general, que desarrollar una acción con cautela es un mecanismo de protección, ya que busca impedir un daño (en el caso de nuestros ejemplos, el daño sería quemarse con el agua hirviendo o ser descubierto por la madre).

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