Definición de capilaridad
Para poder entender el significado del término capilaridad se hace necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso podemos decir que se trata de una palabra que procede del latín y que es fruto de la suma de tres componentes de dicha lengua:
-El sustantivo “capilus”, que puede traducirse como “cabello”.
-El sufijo “-aris”, que es equivalente a “relativo a”.
-El sufijo “-dad”, que se usa para indicar “cualidad”.
Se denomina capilaridad al fenómeno que hace que la superficie de un fluido, al estar en contacto con un cuerpo sólido, suba o baje de acuerdo a si moja o no al elemento en cuestión.
El concepto deriva de capilar, que en una de sus acepciones alude a un conducto muy fino. También se dice que un fenómeno es capilar cuando se produce por capilaridad.
Puede afirmarse que esta propiedad es dependiente de la tensión superficial del líquido, que hace que el líquido se enfrente a una resistencia a la hora de incrementar su superficie. La tensión superficial, a su vez, se vincula a la cohesión del fluido.
De acuerdo a la tensión superficial, el líquido podrá descender o subir por el tubo capilar. Dicho fenómeno es lo que conocemos como capilaridad.
Cuando la cohesión entre las moléculas resulta menor que la adhesión del fluido al tubo, el líquido moja y, por lo tanto, asciende por el conducto. Dicho ascenso continuará hasta que la tensión superficial se equilibre como consecuencia del peso del fluido.
En cambio, si la cohesión molecular del fluido es mayor que la adhesión al tubo, la tensión superficial provoca un descenso del líquido.
La capilaridad hace que el agua, en un tubo capilar, suba. Por eso las plantas pueden absorber el agua subterránea. El fenómeno, por el contrario, provoca que el mercurio descienda en un conducto de vidrio.
La curva que se genera en la superficie de un fluido como reacción a la superficie del recipiente se denomina menisco. El menisco es cóncavo cuando las moléculas del fluido y las del tubo se atraen (como en el caso del agua en un recipiente de vidrio) y convexo si se ocurre lo contrario (el mercurio en un tubo de vidrio).
La capilaridad, además, es un término muy habitual que se utiliza en el ámbito de la construcción. Así, se emplea para referirse a un problema en concreto que puede aparecer en edificios y viviendas. Nos estamos refiriendo a la llamada humedad por capilaridad.
Esa problemática se produce porque el agua que existe en la tierra sobre la que se ha realizado la construcción es mucha y eso trae consigo que se evapore por las zonas que transpiran y que vaya haciéndose presente en techos y en paredes. Lo habitual es que se muestre mediante manchas de color oscuro, con humedades en lo que serían los llamados rodapiés e incluso con abombamiento de la pintura. Manifestaciones todas estas que, en mayor o en menor medida, estropean la imagen de la vivienda o del local en sí.
Para poder acabar con ese problema de capilaridad y humedades lo que quedará será realizar un análisis exhaustivo de la construcción para poder conocer las causas y tomar las medidas oportunas. Entre esas alternativas estaría acometer un buen aislamiento mediante la impermeabilización de las paredes y techos afectados.