Definición de cactus
El término cactus procede de la lengua latina, aunque su raíz etimológica se halla en el griego káktos. El concepto hace referencia a una planta que pertenece a la familia de las cactáceas.
Los cactus, también llamados cactos, forman parte del conjunto de las crasas o suculentas: plantas que disponen de un órgano o sector modificado para almacenar una cantidad de agua superior a la que pueden contener otras especies. Esto posibilita que los cactus sobrevivan en regiones desérticas de clima muy seco.
Los cactus pueden sobrevivir en ambientes muy secos.
Características de los cactus
Originarios del continente americano, los cactus se han propagado por gran parte del planeta. Se puede diferenciar a los cactus de otras plantas suculentas por la presencia de una areola, que es una yema axilar donde crecen las espinas. Cabe destacar que existen unos doscientos géneros de cactus con más de dos mil especies documentadas: por eso existen cactus de múltiples tamaños y formas.
Además de la gran variedad que podemos apreciar en el aspecto físico de los cactus, debemos señalar que estas plantas poseen una capacidad de adaptación verdaderamente admirable, ya que ha podido pasar de la vida en el desierto a cumplir una función meramente ornamental dentro del hogar, o bien en jardines de diversas partes del mundo, con climas muy diferentes. La gran versatilidad del cactus se debe en parte al hecho de que no requiere mucha atención ni cuidados especiales para sobrevivir.
Beneficios de su inclusión en el hogar
Un detalle que no muchos conocen acerca de los cactus es que son capaces de absorber la radiación que emanan los dispositivos electrónicos, por lo cual su presencia en el hogar es ideal para minimizar el daño que nos causan los teléfonos móviles, los televisores y los ordenadores, entre otros de los aparatos infaltables en la actualidad.
Además de esta propiedad y de su función ornamental, el cactus aporta diferentes beneficios al ser humano, razón por la cual mucha gente lo ubica entre sus planta favoritas. Según diversos estudios, es ideal para los ambientes de trabajo porque reducen las probabilidades de estrés, y en las aulas porque aumentan el grado de concentración de los estudiantes.
Las distintas especies de cactus pertenecen al conjunto de las plantas suculentas.
Cactus y humedad
Como cualquier otra planta, el cactus mejora la calidad del aire que respiramos, y nos genera sensaciones positivas, porque el contacto con la naturaleza nos conmueve en lo más profundo de nuestro ser, allí donde hace decenas de generaciones que no miramos. Un cactus en el hogar sirve también para nivelar la humedad del aire y purificarlo; esto ayuda a prevenir la sequedad de la piel, la garganta y las mucosas, así como la irritación y la tos.
De modo similar a lo que ocurre con la humedad, las plantas absorben los elementos químicos nocivos para nuestra salud y el polvo del aire. Resulta curioso que el cactus tenga un aspecto amenazador, con inmensas espinas que nos hagan sentir peligro, ya que se trata de una planta considerablemente beneficiosa para nosotros. Como en todos los casos, no se trata de una poción mágica que pueda mejorar nuestra vida en un instante; debemos recibirla en el hogar de forma genuina para que forme parte de nuestro día a día en armonía.
Uso ornamental y en la alimentación
El desarrollo del tejido conocido como parénquima hace que el tallo de los cactus sea grueso. La forma del tallo puede ser cilíndrica, esférica o aplanada de acuerdo a la especie. Las flores de estas plantas, por otra parte, suelen ser hermafroditas.
Actualmente muchas especies de cactus son cultivadas con fines ornamentales. Así podemos encontrar cactus en jardines, parques y otros espacios abiertos: Incluso hay cactus que pueden cultivarse en ambientes interiores.
Se conoce como nopal o tuna al fruto de ciertas especies de cactus. Este fruto, una vez que se le quitan las espinas y la cáscara, es comestible. Además se utiliza para la elaboración de jugos, mermeladas y otros productos alimenticios.